A veces cuesta saber dónde reside la tan cacareada estupidez ilimitada como el universo, si en los que la demuestran segundo a segundo con sus actuaciones o si en los que se la tragan como ruedas de molino solamente porque son de los suyos.
El gobierno y el entorno de Rajoy es lo más deletéreo que puede sufrir sociedad democrática alguna: han presumido de saquear España escondidos con el disfraz de un partido político cuya esencia es ser institución pública al servicio del ciudadano. Rajoy, dicho pronto y en plata, es un señor muy tonto y muy mal preparado cuyos complejos le llevan a rodearse de gente peor que él en casi todas las disciplinas gubernativas.
El balance que otros hacemos de su legislatura es francamente desolador: 100.000 muertos desde 2012 por haber anulado las ayudas a la dependencia; casi 3000 muertos de hepatitis C porque el medicamento es muy caro y las negociaciones primero de la beneficiada de la corrupción Ana Mato y luego del manilargo Alonso fueron de Monopoly. Los ancianos han visto demediada su pensión y limitados cuando no eliminados los medicamentos a gratuidad que recibían mientras los bancos más corromPPidos veían bien cubiertas sus tramPPas y contubernios. El sueldo de un precario ha pasado de 1000 euros a 400 y los mayores de 50 años a los que nos atropelló la crisis nos hemos quedado sin pensión, sin trabajo y sin esperanza más allá de la fluoxetina. Esto solamente en tres años. ¿De verdad quedan resentidos en España que les den otros cuatro años?
El PSOE en manos de un megalómano acomplejado no hace más que retroceder en el sentido común –menuda cagada el exterminio de Carmona– y la izquierda jugando a yo-estaba-antes-sí-pero-yo-soy-más-mejor, no ayuda: si el PP vuelve a gobernar será porque los corruptos que los votan siguen riéndose de los demás, sabedores de que tanta pureza en los matices mantiene a la izquierda dividida. Solamente espero que los votantes nos demos cuenta de las añagazas infantiles de los corruPPtos y que la división de la izquierda no es más que un ataque de cuernos contra Podemos.
Es el momento de que los decentes que queden en el PP, que no serán muchos a qué engañarnos, se pasen a C’s y de que en la izquierda optemos todos juntos por una única opción o, al menos, por aquellas que sean homogéneas: votar IU es tirar el voto a la basura, igual que votar PACMA o Partido Revolucionario de Malagón.
Ahora los caPPos de la mafia se apuntan a reformar la Constitución y aquellos españoles que les crean demostrarán, una vez más, su inquina, su odio y su rabia contra el progreso, la modernidad y la igualdad de oportunidades: votar PP no es apto para gente buena y honesta, solo para quienes esperan robar si es que no lo están haciendo ya. La decencia en la derecha está en C’s y quien no lo vea es por intereses espurios: solamente con lo que el PP ha robado del erario público habríamos evitado las cuatro veces que este gobierno de manilargos ha retirado de la Caja Común de la Seguridad Social. Si además metemos en la cuenta las comisiones, privatizaciones, adjudicaciones y repartos del botín la cosa nos daría para ser más ricos que la misma Alemania.
Lo malo no es ser de derechas o de izquierdas, lo malo es ser ladrón, corruPPto y hooligan: la derecha decente tiene a C’s y hasta a la comatosa UPyD y la izquierda tiene las agrupaciones En Común para sacar la cabeza y respirar. PP es putrefacción y Crimen Organizado y PSOE no llega ni a alternativa habida cuenta de que lo dirige El Lindo don Diego (A. Moretó, 1662). IU tiene un ataque de cuernos del que difícilmente se va a recuperar aunque solo sea porque desde su nacimiento vive en el XIX y estamos en el XXI.
Desde el Sé fuerte Luis, hacemos lo que podemos hasta la insultante reunión del ministro del interior con el mayor ladrón de Europa bajo el amparo del Hombre que Lee el Marca (EHQLEM) no hacemos más que perder derechos, democracia, libertad y dinero. Los que voten al PP otra vez no será por ningún motivo sano o cívico, lo será por connivencia, complicidad o corrupción directa.