El suicidio de Sarath, de 29 años, que se ahorcó en la oficina de la empresa de seguridad para la que trabajaba en Kattakada, sur de India, fue un recordatorio de lo que las estadísticas muestran desde hace tiempo: cada vez más hombres jóvenes se quitan la vida en este país por problemas socioeconómicos, informa K. S. Harikrishnan (IPS)
Sarath llevaba un tiempo deprimido, presuntamente por las deudas de un préstamo bancario que no podía pagar, dijeron sus allegados.
En 2012 se suicidaron 135.445 personas en este país, 79.773 hombres y 40.715 mujeres, según estadísticas divulgadas a comienzos de este año por el Buró Nacional de Registros Delictivos, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Asuntos Internos de India. El oriental estado de Bengala Occidental no desglosó las cifras por sexo.
El Buró atribuye la mayoría de los suicidios masculinos a causas socioeconómicas. En cambio, las mujeres deciden autoeliminarse en mayor medida por padecimientos emocionales, según la oficina gubernamental.
Las mujeres constituyen 48,65 por ciento de la población india, según el censo de 2011.
Los suicidios de agricultores fueron durante mucho tiempo el secreto peor guardado de esta nación principalmente agrícola. La sequía, la carestía de los insumos y las deudas hicieron que 13.754 productores rurales se quitaran la vida en 2012, según estadísticas del Buró.
«Los hombres todavía son el principal sostén económico de las familias. Cualquier obstrucción o crisis puede impulsarlos a tomar la medida extrema de poner fin a sus vidas», dijo a IPS la investigadora independiente Sreeleja Nair, experta en desarrollo social y radicada en Thiruvananthapuram, capital del sureño estado de Kerala.
«Es probable que los hombres sean los que interactúan más directamente con las entidades públicas y sociales que garantizan la cohesión social», planteó.
Las mujeres son más propensas que los hombres a pensarlo dos veces, dijo a IPS el psicoterapeuta en jefe del Centro de Guía y Orientación Psicológica de St Joseph, Jose Puthenveed, ubicado en la ciudad de Kollam, 72 kilómetros al norte de Thiruvananthapuram.
Puthenveed se basa en su experiencia en el centro no gubernamental que trabaja en la prevención de suicidios en esa ciudad.
Sin embargo, Nair se resiste a llevar demasiado lejos la división entre motivos socioeconómicos y emocionales para explicar los suicidios masculinos y femeninos.
Según ella, cada vez más mujeres participan en actividades económicas y se involucran directamente en la comunidad: «Además, las llamadas causas personales o emocionales pueden originarse en contextos sociales o económicos», agregó.
Una gran cantidad de quienes cometen suicidio tienen entre 15 y 29 años. Los jóvenes representaron 34,6 por ciento de las víctimas en 2012.
«Los asuntos amorosos, el fracaso en los exámenes, los abusos sexuales, las burlas, las humillaciones y los conflictos familiares son algunos de los motivos que afectan a los jóvenes más sensibles, empujándolos al suicidio», dijo a IPS el psicólogo clínico Jayapradeep, que tiene su propio consultorio en Kochi.
A.R. Suseel, conferencista en el departamento de orientación psicológica del Seminario Teológico Unido de Kerala, cree que «el motivo real es la incapacidad de una persona para superar los problemas, desafíos o crisis que se le presentan».
«Actualmente, la gente no comparte sus problemas con familiares o amigos», dijo Suseel, quien también se dedica a investigar sobre la prevención de suicidios en la Universidad Serampore de Bengala Occidental: «La falta de apoyo social, emocional y psicológico agrava el estado de ánimo de las personas mentalmente frágiles», agregó.
Los problemas familiares contribuyen de modo significativo a las autoeliminaciones. Estadísticas del Buró muestran que 25,6 por ciento de los suicidios de 2012 fueron por este motivo. Además, 71,6 por ciento de los hombres que se quitaron la vida el año pasado estaban casados, y el porcentaje de mujeres casadas fue de 67,9.
«En la actualidad las personas son más egocéntricas. Convierten asuntos menores en grandes problemas, lo que lleva a una crisis mental. Los choques del ego solo empeoran las cosas», dijo a IPS la monja Celine, que trabaja en el Centro de Guía y Orientación Psicológica de St Joseph, en Kollam.
El sacerdote Abraham Scaria, director del Centro de Guía y Orientación Psicológica del Hospital Marthoma en Thiruvananthapuram, señala como factor los cambios en la estructura familiar tradicional, de las familias extendidas a las nucleares: «La interacción social con otros parientes disminuye cuando las personas optan por familias nucleares», dijo a IPS.
Así se crea una sensación de aislamiento y un estado de indefensión mental, agregó. «En esa etapa, la gente piensa que suicidarse es mejor que vivir».
Implementar estrategias preventivas en la comunidad e identificar a individuos vulnerables puede ser más efectivo que las estrategias globales para frenar los suicidios, plantean Rajeev Radhakrishnan, de la estadounidense Universidad de Yale, y Chittaranjan Andarade, del indio Instituto Nacional de Salud Mental y Neurociencias, en el estudio «Suicide: An Indian Perspective» (Suicidio: Una perspectiva india), publicado en el Indian Journal of Psychiatry en 2012.
Suseel cree que se necesita un centro de manejo de crisis en todas las aldeas de Kerala. El año pasado, este estado tuvo la tercera mayor proporción de suicidios, 24,3 por cada 100.000 habitantes, después del norteño Sikkim y del sureño Tamil Nadu.