Según datos ofrecidos por el Observatorio Estatal para la Dependencia, cada día mueren en España 83 dependientes sin haber recibido las ayudas necesarias a la dependencia lo que ha supuesto que 30.400 personas dependientes hayan muerto el año pasado sin beneficiarse de las ayudas a las que tenía derecho.
La caída de más de mil euros en la inversión por cada persona dependiente en los últimos diez años, sumado a que España es uno de los países de la Unión con más personas mayores dependientes, hace que 1.304.312 personas lo sean actualmente de las cuales, 250.037 siguen en lista de espera.
Los dependientes que han fallecido corresponden a los grados II y III y los más severos, es decir, 776.639 personas frente a las 277.636 que no revisten mayor gravedad. El gasto de un paciente dependiente hace que las familias soporten los extras que suponen tener y mantener a una persona que necesita ayudas y no las tiene.
Esto, para el Observatorio Estatal de la Dependencia revertiría positivamente dado que por cada 100 euros que gasta la administración en dependencia, lo estaría recuperando por los 40 euros de IRPF de los trabajadores contratados a tal efecto. Al no salir adelante los presupuestos para el año 19 que contemplaban un aumento del 60 % de los recursos en materia de dependencia, se abre un peligros escenario, en palabras de José Manuel Ramírez, presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia, que recordó que toda la oposición, a excepción del PP suscribió junto al PSOE el pacto de estado por la Dependencia. Esto ahora supone que cerca de 30.000 persona estén condenadas a morir sin haber recibido su prestación; un derecho qu ese le ha sido privado.