Los cuerpos de dos expertos de la ONU, el estadounidense Michael Sharp y la sueca-chilena Zaida Catalán, así como el de su intérprete, Betu Tshintela, fueron encontrados el miércoles 27 en República Democrática del Congo (RDC) dos semanas después de la desaparición de todo el equipo, que incluía a tres choferes, informa Tharanga Yakupitiyage[1] (IPS) desde Naciones Unidas.
Sharp y Catalán formaban parte del Grupo de Expertos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) encargado de informar al Consejo de Seguridad sobre el conflicto, el tráfico de armas, los abusos de derechos humanos y los crímenes contra la humanidad en la RDC, y desaparecieron el 12 de marzo, cuando investigaban denuncias de violencia y violaciones de derechos humanos a las afueras de la ciudad congoleña de Kananga, capital de la provincia de Kasai-Central.
El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró que «Michael y Zaida perdieron la vida tratando de comprender las causas del conflicto y la inseguridad en República Democrática del Congo para llevar la paz al país y a su pueblo».
La RDC tiene problemas de seguridad desde 1994, cuando el genocidio en Ruanda hizo que un gran número de refugiados entraran a su territorio. En ese contexto se desató uno de los conflictos más letales en la historia de África, que dejó casi cinco millones de personas muertas.
La paz se declaró en 2003, pero en los últimos meses reaparecieron brotes de violencia. La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, señaló que las protestas comenzaron cuando el presidente Joseph Kabila se mantuvo en el gobierno después de diciembre de 2016, cuando terminó su mandato constitucional de dos años.
A partir de entonces, las fuerzas de seguridad reprimen a la oposición y habrían matado a 50 personas y encarcelado a cientos de líderes opositores y a sus seguidores. En ese contexto estallaron enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y grupos armados rebeldes en varias partes del país, como la región de Kasai, donde ocurrieron los peores episodios de violencia. Los enfrentamientos actuales ya dejaron 400 personas muertas desde agosto y 200 000 desplazadas en Kasai.
Hay denuncias de que las fuerzas de seguridad hicieron un uso excesivo de la fuerza contra presuntos rebeldes, entre ellos mujeres y niños, denunció HRW. También se denunció el hallazgo de dos decenas de fosas comunes.
El gobierno congoleño responsabilizó de la muerte de los expertos de la ONU a Kamuina Nsapu, un grupo rebelde que mantiene enfrentamientos con las fuerzas regulares desde el asesinato de su líder hace seis meses.
El portavoz del gobierno de la RDC, Lambert Mende, informó que los restos del intérprete congoleño Betu Tshintela, también se encontraron junto a los cuerpos de Sharp y Catalán, y que permanecen desaparecidos los del chofer Isaac Kabuayi y sus dos asistentes. «La búsqueda continúa», aseguró el portavoz de la ONU, Farhan Haq, al ser consultado por IPS.
Sharp, de 34 años, hacía cinco que estaba en la RDC, a donde llegó como coordinador del Comité Central Menonita. Catalán, sueca de padre chileno de 36 años, era una dirigente política del Partido Verde, quien había trabajado en el territorio palestino de Cisjordania y en Afganistán, antes de unirse al Grupo de Expertos de la ONU.
- Traducido por Verónica Firme
- Distribuido por IPS