La prensa francesa se hace eco, este 22 de diciembre de 2017, de la desaparición del artista chino Hu Jiamin y su esposa francesa, Marine Brossard, quienes el pasado día 15 expusieron un fresco, cuya imagen es una silla vacía delante de unos barrotes, en la entrada de una exposición en la ciudad de Shenzhen (China) como homenaje al Premio Nobel de la Paz 2010 Liu Xiaobo, fallecido en julio pasado a consecuencia de un cáncer de hígado que le apareció mientras cumplía una condena de once años de cárcel, y cuyo nombre sigue siendo tabú en el país.
La silla vacía, que las autoridades de la ciudad taparon inmediatamente, es ya un clásico para homenajear a las personas detenidas o muertas por sus ideas en los países dictatoriales. La silla vacía estuvo presente en la entrega del premio en Noruega, cuando el filósofo y escritor disidente, profesor universitario y expresidente del PEN Club en su país, encarcelado por el régimen comunista chino por reclamar democracia para el país, no pudo asistir a la ceremonia.
La pareja desaparecida, que vive en Lyon donde Hu Jiamin dirige una empresa de creación artística, acudió a China para participar en la Bienal de Urbanismo y Arquitectura Shenzhen-Hong Kong.
Un periodista del diario Ming Pao, de Hong Kong, ha dicho que les vio gritando en la exposición cuando, el 15 de diciembre por la noche, se los llevaban unos policías de civil.
Desde entonces, la pareja no responde a los mensajes ni a las llamadas telefónicas; en el móvil de Hu Jiamin sale un mensaje diciendo que se encuentra apagado.