Sin corazón no hay vida, y la vida sin corazón es la muerte.
Hoy se celebra el Día Internacional del Corazón, el motor de nuestro cuerpo y la parte esencial de la inteligencia humana. Si un cerebro no tiene en cuenta los sentimientos y por tanto no los reconoce, ni los sabe gestionar, entonces es un cerebro a la deriva de los estereotipos de género y de las manipulaciones pertinentes que considere el “orden mundial”…
Mucus, la inteligencia mocarra esputa:
- Si los DDHH se compran (derechos a una vida digna) y el capital anda mal repartido…
- Si no se considera importante la gestión de la psicoafectividad (autoestima, autoconocimiento, reconocimiento de emociones y sentimientos, manejo de los mismos, empatía, relacionarse adecuadamente con las emociones de las demás…)
- Si el modelo de relación entre hombres y mujeres está hipersexualizado,
- Y cuando esa relación se considera “compromiso” equivale a una media naranja, o sea dependencia, y cada uno desempeñando sus papeles socio-culturales asignados, esperando al representarlos, poder recibir de esa media naranja la recompensa que nunca llega, porque el precio que han pagado es olvidarse de sí mismos y de comunicarse entre ellos desde la escucha empática…
- Entonces estamos ante el sinsentido, estereotipado y zombi cardio-descerebrado en vida, o sea la muerte.
En España hemos padecido una semana negra con respecto a la violencia de género tres mujeres y dos niñas hijas, han sido asesinadas por hombres que alguna vez «creyeron que las querían» confundiendo querer con dominar… ¿A qué están esperando las instituciones para hacer algo eficaz al respecto? ¿Dónde está el famoso Pacto de Estado contra la Violencia de Género? ¿Dónde están los recursos? ¿Para qué están los parlamentarios? ¿Por qué sacan tanto tiempo para hablar y tampoco tiempo para hacer algo infalible de verdad?
¡Atentamente desde el hartazgo!