Bajo el lema, «Mi EM es invisible, no es necesario que veas mis síntomas para creértelos», el 30 de mayo la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple (MSIF) de la que Esclerosis Múltiple España arranca una campaña para dar a conocer cómo le llega a afectar la vida a los pacientes que están diagnosticados con esta enfermedad.
Además de la falta de movilidad, la fatiga crónica sumada a los espasmos musculares, la sensibilidad al calor, la confusión mental, problemas de visión, mareos, además de depresión y ansiedad, son síntomas que aparentemente no están pero que condicionan y mucho la vida de sus afectados.
Alrededor de 55.000 personas padecen esta enfermedad de las cuales el 75 % son mujeres.
Esta enfermedad conocida entre los neurólogos por la enfermedad de las mil caras debuta de forma distinta en cada pacientes y los síntomas son invisibles y díficiles de reconocer tanto por personas del entorno como por los propios familiares que muchas veces les acusan de exagerar los cuadros cuando debutan.
En Europa los datos son similares dado que aproximadamente 700.000 personas están afectadas y el coste socioeconómico es de más de 9.000 millones de euros según estima la comunidad médica.
Actualmente a pesar de estar reconocidos todos estos síntomas iniciales, los pacientes tienen poca o nula protección social dado que la enfermedad progresa en el tiempo y no tienen el reconocimiento automático del 33 % del grado de discapacidad. Esto que a pesar de las numerosas acciones para conseguirlo mediante firma mejoraría notablemente la calidad de vida de los pacientes, les afecta de igual forma de cara a obtener o adecuar un empleo a su problema.
En el mismo sentido, los pacientes acusan una falta importante de tratamientos rehabilitadores, las diversas opciones que existen según las comunidades autónomas y la garantía al acceso de tratamientos personalizados y gratuitos dista mucho de ser una realidad. La ineficiencia del sistema nacional de salud española hace que no se aborde de forma integral en las distintas provincias lo que supone un grave perjuicio para los que padecen la misma.