Bajo el lema «Mi corazón, tu corazón» se celebra el Día Mundial del Corazón; una iniciativa impulsada desde hace 18 años por la Organización Mundial de la Salud, (OMS), y la Federación Mundial del Corazón, con el objetivo de sensibilizar a la población acerca de la importancia de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
Decir adiós al tabaco, hacer más ejercicio, comer de forma saludable y ayudar en definitiva a nuestro corazón reducirá las posibilidades de tener un accidente cardiovascular. Las enfermedades cardiovasculares la primera causa de mortalidad prematura; estamos hablando de 18 millones de personas y se calcula que en una década aumente en cinco millones más.
Por ello, en este día te invitan a que hagas una promesa y lo hagas por tí; por tu corazón, por mi corazón, porque todos nuestros corazones importan. Una oportunidad sin duda para salvar tu vida. Todos tenemos una misión, siéntete bien, haz pequeños cambios, sube escaleras, dale una oportunidad a tu corazón, vive más, sonríe más, no te estreses, sin tu corazón, todo se parará.
Los niños también tendrán que sumarse a esta iniciativa de forma que desde pequeños comprendan la necesidad de alimentarse bien y mantener su corazón fuerte y sano. La FEC invita a los Supercorazones a ponerse a prueba pinchando el siguiente enlace .Los niños deben aprender a cuidarse a saber qué significa tener un corazón que no se enferme y pueden difundirlo bajo la etiqueta #MiCorazónTuCorazón.
Es necesario que los políticos implementen un plan de acción frente a las enfermedades cardiovasculares de forma que se invite desde las políticas sanitarias a tener una vida activa más saludable con el fin de prolongar los latidos de cada corazón, añaden.
El 80 % de las enfermedades cardiovasculares se podrían evitar si se mantienen alejados tanto alcohol como tabaco. El sedentarismo así como la ingesta de grasas reduce un 50 % nuestra calidad de vida y por tanto el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Cualquier evento cardiovascular se puede notar y es conveniente acudir a un hospital de inmediato; dolor en el pecho, quemazón, en el cuello o en los brazos puede darnos pistas para saber que algo está sucediendo.
Incluir frutas y verduras en la dieta, ingerir dos litros de agua y tener una actividad física que no fuerce el corazón es suficiente para mantener a raya muchas enfermedades cardiovasculares. Tener un estómago distendido, la tensión alta, beber habitualmente, fumar a diario y comer de forma desequilibrada es un riesgo que no debemos asumir. El sobrepeso, los antecedentes familiares, el exceso de carnes rojas, fritos, y vísceras grasas junto con la diabetes serán determinantes a la hora de padecer o ser de por vida un enfermo cardíaco.