Hoy, 27 de marzo, celebramos que el teatro sigue entre y con nosotros. Que esa tradición que naciera hace tantos siglos y que permitió difundir, divertir y educar, desde la antigua Grecia hasta el Renacimiento a todas las culturas; ha llegado hoy a nuestras tablas.
El teatro es un arte escénica que no es equiparable a ninguna otra; ni si quiera al cine. El teatro está vivo, es inmediato; el magnetismo del actor llega a cada uno de los espectadores ya que tiene el don de que cada representación es única, exclusiva e irrepetible.
El teatro se lo debe todo al poder de la palabra; no requiere de grandes escenografías es suficiente con que el actor nombre un lugar. Todos viajamos a él instantáneamente sin necesidad de verlo.
Es ese pacto tácito que firmamos al comprar una entrada mediante el cual, una vez que se levanta el telón, todos seremos testigos de la trama y estaremos inmersos en lo que nos propongan. Gracias a él, parafraseando a Arthur Miller; la humanidad se enfrenta a sí misma.
Hoy es el día mundial del teatro, celébrenlo leyendo, yendo o por qué no, haciendo teatro. Disfruten de la experiencia, volverán.