El primer sábado de octubre se celebra el Día Mundial de las Personas Ostomizadas; una realidad con la que conviven cerca de 100.000 personas en España. Estar ostomizado es un término que la mayor parte de la gente desconoce, y solamente reconoce cuando a uno mismo o a algún familiar le proponen la ostomización.
La ostomización es una operación que se practica a un paciente haciéndole un orificio en el abdomen por donde se de salida a la orina o a las heces, que debe ser recogida en una bolsa adaptada al cuerpo. La vida comienza a ser dura pero es la única opción, quizá porque anteriormente se ha pasado un cáncer. Sobrevivir y optar por una vida con una bolsa es la mejor opción. Por ello, los pacientes reclaman una atención especializada que aún falta en muchos hospitales públicos para mejorar la vida de estas personas y de sus familias.
Un lazo verde concienciará sobre la ostomización y se repartirá en lugares públicos con testimonios reales de pacientes. También se colocará un logotipo identificativo para el acceso de las personas ostomizadas en los servicios destinados a las personas con discapacidad.
La asociación de ostomizados de España agrupa las necesidades de estos pacientes y de los médicos especializados en esta práctica, los llamados, estomaterapeutas; del griego, estoma que significa boca. Normalmente los pacientes reciben el alta, llevan una bolsa pero no saben qué deben hacer después. Efectivamente, el seguimiento y la higiene del dispositivo es importante para que el paciente se maneje en el día a día. Para todos ellos la situación nueva es realmente estresante y pocas personas conciben la angustia que supone ir con una bolsa a cuestas y de por vida. Muchos de ellos no hablan acerca de la ostomización y llegan a ocultar la bolsa. No es el final de la vida sino el comienzo de una nueva, añade un paciente.
Pacientes que pueden llevar una vida plena pero que tienen que gestionar sus emociones, seguir trabajando, haciendo deporte o yendo al cine. Tener miedo o inseguridad es normal, y pensar que los demás sienten rechazo también. Al final, es mejor pedir ayuda y concienciar a los amigos y a la familia que está ostomizado y deben recordar siempre que todo va bien, porque la vida vuelve a darle una oportunidad. Ser un paciente crónico no es fácil, mantener la higiene y las manifestaciones de la enfermedad tampoco, y mantener una calidad de vida, a veces puede resultar complejo. Pedir ayuda es la única solución. Con comprensión y un reajuste de las costumbres puede alcanzar una vida completamente normal y gratificante.