Una nueva investigación realizada por científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, publicado en el Journal of Urology, ha constatado que una alta adherencia al patrón de dieta mediterránea podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata agresivo.
A pesar de su alta incidencia y de ser el tercer cáncer con más mortalidad, lo cierto es que se desconocen las causas y cómo se desarrolla. Este estudio, denominado MCC-Spain, es el mayor que se ha realizado para investigar la influencia de factores ambientales incluyendo la dieta en el origen de tumores frecuentes.
En él destacaron datos que incluían individuos que consumían gran cantidad de poductos lácteos grasos, granos refinados, carne procesada, bebidas calóricas, dulces, comida rápida y salsas frente a otro grupo de personas cuya ingesta en lácteos era baja, tomaban granos integrales, frutas, verduras, zumos y por último un patrón de sujetos que solo ingerían pescado, patatas hervidas, legumbres, verduras, aceite de oliva y un bajo contenido en zumos.
Los resultados mostraron que aquellos hombres con mayor adherencia al patrón mediterráneo tienen menos riesgo de padecer cáncer de próstata agresivos frente a aquellos que se alejaban de este perfil.
El cáncer de próstata es el más común en hombres de edad avanzada. Se calcula que uno de cada cinco varones recibirán un diagnóstico de cáncer de próstata que a veces cursa con síntomas pero no son claros para determinar su presencia.
Si presenta flujo débil de orina, intermitente, ganas repentinas de orinar, presencia de sangre en el semen, dolor en la espalda, caderas o pelvis, falta de aire, cansancio inesperado o mareos, acuda inmediatamente a su médico de familia. Este le realizará un examen físico y le preguntará por sus antecedentes familiares. Por otro lado, podrá practicarle un examen digital de recto para determinar si existe engrosamiento de la próstata a través de la pared del recto y si hay o no bultos o áreas normales. Asimismo tendrán que hacerle pruebas del antígeno prostático específico (PSA) para valorar las concentraciones en sangre que muchas veces se altera pero no significa que tenga o vaya a padecer cáncer. Puede simplemente tener una inflamación o una infección de la próstata o bien la próstata agrandada y eso no significa que sea cancerosa. Si se determinara el cáncer habría que realizar una biopsia y una resonancia magnética.