Según la lista de morosos publicada ayer por la agencia tributaria española, la Organización Impulsora de Discapacitados, (OID), tiene una deuda de 86.137.812 de euros.
La OID fue sancionada en 2014 por impulsar el juego ilegal con una infracción de 25 millones de euros. Esta Organización Impulsora de la Discapacidad es de ámbito estatal e imprime, distribuye y comercializa productos de lotería de carácter ilegal en todo el territorio nacional tanto de forma ambulante como por Internet. Para gestionar asuntos relativos al juego en España, se exige una autorización administrativa previa de los órganos competentes y de la administración general del estado respecto a juegos de ámbito estatal y de las comunidades autónomas respecto a los de ámbito territorial.
La utilización de la imagen de las personas con discapacidad a través de los cupones de la OID no solo distorsiona la misma sino que no procura todo lo que otras organizaciones de personas con discapacidad realiza; inclusión y accesibilidad, sino todo lo contrario.
Esta supuesta organización benéfica se ampara en su carácter presuntamente social y se aprovecha del sorteo de la ONCE sin autorización alguna.
Además de vender cupones ilegales es la sexta empresa más morosa de España. Ha vendido cupones ilegales bajo el nombre de Euroboleto o euromillonario, y sus vendedores, nadie tiene constancia de su discapacidad, además de trabajar sin contrato la mayor parte de ellos, ni son cotizantes de la seguridad social ni tienen declarados sus ingresos, entre otras presuntas acciones ilegales.
Esta organización cántabra, nació en Torrelavega hace 26 años y aunque sus promotores quisieron integrarse en la ONCE al no poder, organizaron actividades en paralelo. Dionisio González su promotor principal, decidió montar un pequeño imperio amparado y jugando con la imagen de las personas con discapacidad a través del juego ilegal.
Según los datos que aporta UTO-UGT, la empresa está escondida detrás de un entramado societario en donde González y sus esposa representan y controlan al menos, dos hoteles, cuatro emisoras de radios, equipos de fútbol e imprentas. Actualmente tras la huelga de hambre a la que se sometió el fundador de la que nadie tiene constancia, se sabe que la Unidad Central de Inteligencia Criminal de la UDEF, les están investigando por las irregularidades bancarias de alguna de la sociedades que estarían siendo pagadas con el dinero de los premios.
Actualmente cerca 300.000 cupones de la OID están siendo puestos en circulación como si fueran de la ONCE que dan una facturación de cerca de 50 millones de euros al año a su jefe y a sus 3.000 empleados que no son trabajadores sino colaboradores. Aunque este modelo permanece ilegal desde hace ya casi tres décadas, y a pesar de la deuda contraida con la agencia tributaria, los españoles desconocen las diferencias entre ambas organizaciones y no saben qué cupón están comprando en definitiva; cupones ilegales que por otro lado, no tienen premio alguno.