Un año más, el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo Pérez-Bueno, recuerda que ha arrancado el curso 2018-2019 y se mantienen de forma generalizada la falta de apoyos tanto técnicos como humanos para los alumnos que presentan dificultades de aprendizaje o necesidades de accesibilidad o adaptación de los texto.
España, condenada por Naciones Unidas por la vulneración sistemática del derecho a la educación inclusiva, sostiene la educación segregada y no integradora de estos alumnos que son exactamente igual que los demás, pero deben tener ayuda. Esta medida, vigente en el artículo 24 de la Convención Internacional de Derechos de la Personas con Discapacidad, fue ratificada hace más de una década y aún permanece intacta.
Ni el gobierno anterior ni el actual, han acusado recibo de dicha condena y no han declarado que existan medidas que vayan a revertir dicha vulneración estructural.
Actualmente en España, el 20 % del alumnado con discapacidad está matriculado en colegios de atención de educación especial y no en colegios ordinarios tal y como indica la ley.
En cuanto a la falta de apoyos educativos reales y efectivos, la tónica general del sistema educativo español, existen carencias, insuficiencia y discontinuidad de los apoyos y por tanto la inclusión resulta irreal. Actualmente además, en los alumnos con discapacidad intelectual, por una medida de la LOMCE, aunque hayan aprobado los cursos, no tienen expectativas de obtener el título de ESO, lo que hace que muchos, o casi todos, abandonen la escuela.
La discriminación y la exclusión que sufre el alumnado a la hora de participar en actividades extraescolares es absoluta y siempre se le niega la participación porque no tiene apoyos y el centro no se hace cargo, ante lo cual, el alumno con discapacidad siempre se queda fuera. El regreso a las aulas es una realidad en España, una realidad que hace que los alumnos con discapacidad sigan siendo alumnos especiales, con diversidad funcional u otros nombres que les hacen ser los otros alumnos, necesariamente, distintos de los demás.