Expertos en libertad de expresión de la ONU y del Sistema Interamericano han condenado los reiterados ataques del presidente de EE.UU. Donald Trump contra la prensa libre y han instado al mandatario y a su Gobierno a que desista de sus esfuerzos por minar el papel que desempeñan los medios de interpelación a funcionarios públicos.
“Sus ataques son estratégicos y tienen por objeto socavar la confianza en la labor periodística y sembrar dudas sobre hechos constatables”, señalaron David Kaye y Edison Lanza, los relatores especiales sobre Libertad de Expresión de las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El Presidente ha calificado a los medios de ser “enemigos del pueblo estadounidense”, además de “sumamente deshonestos” o de difundir “noticias falsas”, y acusó a la prensa de “distorsionar la democracia” o propagar “teorías conspirativas y odio ciego”.
“Estos ataques contravienen las obligaciones del país de respetar la libertad de prensa y el derecho internacional de los derechos humanos. Nos preocupa, en particular, que estos ataques aumenten el riesgo de que los periodistas sean atacados con violencia”.
Kaye y Lanza indicaron que, desde que asumió la presidencia, Trump y otros actores en su gobierno han intentado desacreditar trabajos periodísticos que dieron a conocer hechos de dilapidación de recursos, fraude, abuso, posible conducta ilegal y desinformación.
“Cada vez que el Presidente se refiere a los medios de comunicación como ‘enemigos del pueblo’ o no permite preguntas de periodistas de medios que no tienen su beneplácito”, agregaron los expertos, “hace pensar que esto puede deberse a motivaciones o intereses espurios. Pero no ha demostrado ni una sola vez que noticias concretas respondieran a motivaciones maliciosas”.
“Es crucial que el Gobierno de EE.UU. promueva el papel de una prensa vibrante y contrarreste la desinformación desenfrenada. Para ello, instamos al presidente Trump a no solo desistir de usar su posición con el fin de denigrar a los medios de comunicación, sino también a que condene estos ataques, incluidas las amenazas dirigidas a la prensa en sus propios mítines”.
“El ataque a los medios va más allá del lenguaje del presidente Trump. Exhortamos también a todos los sectores de su Gobierno, incluido el Departamento de Justicia, a abstenerse de impulsar acciones judiciales contra periodistas con el propósito de identificar fuentes confidenciales, pues esto socava la independencia de los medios de comunicación y la posibilidad del público de acceder a la información. Instamos al Gobierno a dejar de perseguir a denunciantes empleando la herramienta que brinda la Ley sobre Espionaje (Espionage Act), que no contempla que una persona invoque el interés público de dicha información”.
“Apoyamos a los medios de comunicación independientes en Estados Unidos, una comunidad de periodistas, editores y emisoras tradicionalmente entre los ejemplos más sólidos de periodismo profesional a nivel mundial. Instamos especialmente a la prensa que trabaja para exigir que todos los funcionarios públicos rindan cuentas por sus acciones a seguir llevando adelante estos esfuerzos”.
Los expertos alentaron a todos los medios de comunicación a que actúen en solidaridad para hacer frente a los intentos del Presidente Trump de favorecer a ciertos medios por sobre otros.
“Dos años de ataques a la prensa podrían mellar a largo plazo la confianza del público en los medios de comunicación y las instituciones públicas”, explicaron Kaye y Lanza. “Dos años son demasiado, e instamos enérgicamente al presidente Trump, a su Gobierno y sus partidarios a que pongan fin a estos ataques”.
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