El Consejo de Gobierno de Andalucía ha aprobado hoy, 9 de agosto de 2016, el decreto que amplía en 14.400 hectáreas el Parque Natural de Doñana y declara Zona de Especial Conservación (ZEC) parte de estos terrenos junto con otros colindantes, bajo la denominación común de Doñana Norte y Oeste.
La ampliación, que dota al Espacio Natural Doñana de una extensión total de 128.385,82 hectáreas, abarca dos grandes áreas. La primera está formada por terrenos forestales públicos de pinar y matorral en las zonas del Abalario, la cabecera del arroyo de la Rocina y el tramo occidental del parque natural, en los municipios onubenses de Almonte, Lucena del Puerto, Moguer y Bonares. Se trata de los montes de titularidad autonómica Bodegones-Cabezudos y Coto la Matilla I, II y III, cuya incorporación garantiza la protección integral de la práctica totalidad de la cuenca que vierte a la Rocina, el mayor y mejor aporte de agua a la marisma.
La segunda zona de ampliación del parque natural se corresponde con las antiguas parcelas agrícolas del Subsector II del Plan Almonte Marismas situadas al sur del arroyo de la Rocina, en el término municipal de Almonte, que fueron reforestadas tras el abandono de su uso. Los terrenos actúan como espacios de transición y amortiguación entre las áreas naturales y las dedicadas a la explotación agraria.
El enclave correspondiente a los montes públicos de la cuenca de la Rocina, junto con otros situados fuera del espacio natural en las provincias de Huelva y Sevilla, forma la nueva ZEC Doñana Norte y Oeste, de 30.005 hectáreas de superficie, cuya declaración también se ha aprobado hoy. Con ella son ya 142 los espacios andaluces dotados de esta figura europea de protección de la Red Natura 2000, que incluye los hábitats de mayor valor ecológico a escala continental.
En cuanto a la planificación conjunta del Espacio Natural Doñana, los nuevos documentos aprobados son el Plan de Ordenación de Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión. El primero, de vigencia indefinida, es el documento que distribuye y asigna los distintos aprovechamientos de acuerdo con la capacidad de los ecosistemas, especialmente en el Parque Natural, zona periférica donde se concentra la actividad económica. El segundo establece con detalle las condiciones de los usos compatibles y determina las líneas estratégicas de actuación pública, con revisiones cada seis años. Por primera vez en España, un plan rector de uso y gestión integra al del parque natural que lo rodea.
Recursos minerales
Los planes, elaborados con las aportaciones de la comunidad científica y de los sectores socioeconómicos representados en el Consejo de Participación de Doñana, sustituyen a los vigentes desde 2004 en el Parque Nacional y desde 2005 en el Parque Natural. Entre otras novedades, recogen la prohibición en todo el espacio de nuevas autorizaciones, permisos y concesiones de aprovechamiento, investigación y explotación de yacimientos minerales y demás recursos geológicos, salvo el salinero en el parque natural. De igual modo se prohíbe la acumulación y el enterramiento de materias primas, productos y residuos sólidos, líquidos y gaseosos.
Otra novedad destacada es la inclusión de directrices de ordenación y criterios de gestión destinados a ser tenidos en cuenta en otros planes, programas y proyectos que tienen su ámbito de actuación fuera del Espacio Natural pero que pueden ser determinantes en la conservación de sus valores naturales. Es el caso de los relacionados con el estuario del Guadalquivir, la garantía de caudales ecológicos a la marisma o los que afectan al equilibrio del acuífero Almonte-Marismas.
En esta línea de proteger los recursos geológicos y considerar todos los impactos sobre el territorio de Doñana se inscribe la reciente decisión de la Junta de denegar autorización ambiental unificada a dos de los cuatro proyectos de la firma Gas Natural. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha defendido la evaluación conjunta de los mismos para precisar su incidencia acumulativa, frente a la posición del Gobierno central de analizarlos por separado.
La nueva planificación mantiene con pocas variaciones la actual distribución entre zonas de reserva y uso restringido (mayoritariamente en el área del Parque Nacional) y las de mayor compatibilidad de actividades y aprovechamientos (que predominan en el Parque Natural). A estas últimas se asignan las 14.400 hectáreas ampliadas, de uso fundamentalmente forestal.
En cuanto a la gestión de los valores naturales, la principal prioridad se dirige a garantizar la conservación de las especies clave en el mantenimiento de las cadenas tróficas de Doñana, singularmente el conejo. A ello se suma la especial atención que se dedicará al mantenimiento de los equilibrios ecológicos en complejos dunares activos, sistemas litorales, humedales, cotos, montes y sistemas fluviales, así como a la protección de las aves acuáticas, el lince ibérico y el águila imperial.
El contenido de los nuevos planes ha contado con el respaldo prácticamente unánime del Consejo de Participación de Doñana, tras un proceso de elaboración en el que se han valorado unas 1600 alegaciones. Su contenido se ajusta al modelo de gestión única consolidado desde 2005, así como a los cambios normativos de relevancia que se han producido. Entre ellos destacan el nuevo régimen general de simplificación de trámites relativos a usos y actividades de los parques (2011), la declaración de Doñana como ZEC (2012), la ampliación de la Reserva de la Biosfera de Doñana por la Unesco (2012) y la nueva Ley 30/2014 de Parques Nacionales.
Asimismo, la nueva planificación recoge la experiencia de más de 20 años en la consolidación de un modelo de desarrollo sostenible que ha logrado hacer de la protección de los recursos naturales una fuente de riqueza y empleo en la comarca de Doñana.