Dos más dos, fantasía y realidad en la vida de pareja: «una mirada ingenua al sexo, la familia y la rutina”
Diego (Adrián Suar), Emilia (Julieta Díaz), Richard (Juan Minujín) y Betina (Carla Peterson), son dos parejas amigas de toda la vida. A los 40 años. Los dos hombres han conseguido el éxito profesional en la clínica que comparten. Diego y Emilia tienen un hijo de 14 años y una vida familiar organizada y tranquila, mientras que Richard y Betina, que no tienen hijos, hacen más vida social y una noche confiesan a sus amigos que practican el intercambio de parejas…. Confesión que despierta las fantasías de la hasta entonces sosegada Emilia que decide probar.
Recién llegada del Festival de Cine Español de Málaga, esta comedia argentina que se estrena en los cines el 1 de mayo de 2013, es, según su director, Diego Kaplan, “una mirada ingenua” al sexo, la familia y la rutina…no es una película que venga con respuestas, viene con un montón de preguntas y lleva a la reflexión, al debate”.
El intercambio deseado no funciona en absoluto, ni entre los cuatro amigos ni tampoco en los intentos con otras personas ajenas al reducido grupo inicial. Aparecen los prejuicios, los tabúes, y unos celos que terminan con una relación muy consolidada, tanto como personal como profesionalmente.
No creo que al espectador medio le resulte demasiado fácil identificarse con los personajes del cuarteto, integrantes de la alta burguesía argentina, la que ha hecho carrera con éxito pero mantiene frecuentes relaciones con el psicoanalista, a quien explica los distintos grados de frustración que atraviesan su vida, su trabajo, sus ilusiones.
Sin embargo, los temas centrales de la historia –la amistad y el intercambio de parejas- tienen el suficiente morbo como para atraer a un público que al final va a conseguir pasar casi dos horas entretenido hurgando en los entresijos de unas personas que al final demuestran –y esta carga de moralina me parece lo peor de la narración- que no son tan “modernas” como nos habían hecho pensar al principio.