El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó que dos periodistas rusos y su guía armenio fueron heridos, uno de ellos de gravedad, cuando cubrían en Sushi, en Nagorno Karabaj, el ataque de Azerbaiyán contra la catedral del Santo Salvador.
El jueves 8 de octubre de 2020 fue bombardeada la catedral y, tras un primer ataque, en un segundo se produjeron las heridas a los periodistas rusos que lo cubrían. Han sido trasladados al hospital de Ereván, capital de Armenia. Uno de ellos, Yuri Kotenov, recibió heridas de metralla pero los médicos creen que sobrevivirá a pesar de su grave estado. Su compañero y el guía armenio también fueron intervenidos.
Los dos periodistas son militares, Yuri Kotenov es redactor jefe del diario digital de información y análisis Сегодня.ру (segodnya.ru) y Arzanov Levon Smbatovich del medio digital ‘Oficiales de Rusia’, especializado en conflictos militares, también ha trabajado para Force Bloc y Krasnaya Zvezda, diario del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa. Estaban acompañados por el armenio Hrant Badalian.
La portavoz del Gobierno armenio, Anna Naghdalian, considera que el ataque a los periodistas fue premeditado: «El bombardeo por Azerbaiyán de periodistas que llevan a cabo sus actividades profesionales es deliberado para evitar que documenten a la comunidad internacional los crímenes de guerra del ejército azerbaiyano» por lo que pidió a la comunidad internacional que llamen la atención sobre estos actos de violencia para impedir «el derecho a recibir información».
El arzobispo Pargev Martirosian señaló que el bombardeo de la catedral «lleva la firma del Estado Islámico» en alusión a la presencia de mercenarios sirios reclutados por Turquía que combaten en Azerbaiyán.
A este respecto, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, cifró en 850 los mercenarios sirios que combaten con Azerbaiyán. Tanto Rusia como Francia también denunciaron esta presencia.
«Están bombardeando nuestros valores espirituales, cuando nosotros estamos restaurando y preservando mezquitas», añadió el arzobispo.
El presidente de Artsaj (Nagorno Karabaj), Araik Harutiunian, sostuvo que este ataque va «contra las leyes de Dios y de la humanidad» prometiendo ayuda para rehabilitar la catedral de los ataques recibidos.
La catedral bombardeada, también conocida como Ghazanchetsots, es sede de la diócesis de Artsaj de la Iglesia Apostólica Armenia, se construyó en el siglo diecinueve y fue restaurada y reconsagrada en 1998. Hay que recordar que, en caso de conflicto armado, los ataques deliberados contra bienes culturales están prohibidos por la Convención de La Haya de 1954.
Por otra parte, hay que recordar que Reporteros sin Fronteras (RSF) ya había denunciado el ataque a cuatro periodistas que cubrían la guerra en Martuni (Nagorno-Karabaj) y que fueron atacados el pasado 1 de octubre, haciendo un llamamiento a las autoridades de Azerbaiyán que investiguen el origen del bombardeo.