El tribunal correccional de Paris ha dado la razón a Dominique Strauss-Kahn (DSK para los amigos, conocidos y la prensa en general), exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) y antiguo ministro socialista francés, en su denuncia por difamación contra Régis Jauffret, autor de «La Ballade de Rikers Island», una novela sobre el “caso Sofitel” (la denuncia de una camarera del hotel neoyorkino por acoso sexual e intento de violación), que truncó la carrera del político, informa Culturebox, suplemento digital cultural del canal internacional France 24.
El tribunal ha condenado este jueves, 2 de junio de 2016, al escritor a una multa de 1500 euros (que no tendrá que pagar) así como a la indemnización de 10 000 euros al demandante por daños y prejuicios, y otros 5000 euros en concepto de multa por declaraciones efectuadas en la radio con motivo de la promoción de su libro.
La justicia prohíbe también cualquier nueva edición de la novela que no retire los fragmentos considerados “difamatorios” de DSK, pero exonera a Editions du Seuil y a su director, Olivier Bétourné, contra quien se había querellado también DSK.
La novela de Régis Jauffret cuenta la caída del presidente de una institución financiera internacional, acusado de violación por una camarera africana, sin citar en ningún momento el nombre de DSK. Aunque sí aparece con su nombre Nafissatou Diallo, la limpiadora del Sofitel de Nueva York que consiguió que Dominique Strauss-Khan ingresara en la prisión de Rikers Island, en mayo de 2011.
Un asunto que, aunque terminó con un acuerdo económico, costó la carrera a un político y economista brillante que, en aquel momento, era el “tapado” socialista para la elección presidencial de 2012. Para el demantante, el relato de la violación contradice la sentencia judicial estadounidense, que sobreseyó el caso una vez conseguido el acuerdo entre los abogados de las partes.
Los abogados del autor y la editorial defendieron en el juicio la “libertad total de la creación literaria, libertad de mentir e inventar”; y el propio autor escribe en la introducción del libro que “esta novela es la realidad aumentada”. Por su parte, el tribunal ha estimado que “la semántica utilizada, y la popia utilización del término violación en tres ocasiones, excluyen la hipótesis de la simple narración de una relación sexual consentida”; por ésta, y otras consideraciones, la sentencia dice que “no es suficiente, para intentar escapar a una condena, parapetarse en la calificación de novela”.