Comedia romántica con toques de ciencia ficción, según la promoción, la película “Dulcinea” es el debut cinematográfico del madrileño de Las Rozas residente en Los Ángeles David Hebrero quien, con tan solo veintitrés años, ha dado una vuelta de tuerca más al personaje de Don Quijote en esta creativa producción indie.
Por tratarse de una película muy personal y de bajo presupuesto, el realizador es también guionista y jefe de fotografía, y el protagonista, Steven Tulumello (“Seeping Blue”), ejerce de coguionista y coproductor. Completan el reparto el actor y locutor catalán Germán Torres (“Que dios nos perdone”) y la gallega Sara Sanz.
Connor es un joven estadounidense obsesionado con España, que está pasando por un mal momento: detesta su trabajo, su vida es un desastre y su novia, después de siete años de relación, le ha dejado por su hermano.
La psiquiatra le regala un anillo mágico con el que puede huir de la realidad y viajar a cualquier parte del mundo, con la única condición de no visitar dos veces el mismo lugar.
Vemos a Connor frente a un mapamundi y así es como salta de Los Ángeles a Madrid, sin ningún tipo de equipaje, en busca de Dulcinea. Salvo una breve escapada a París, donde alguien le dice “Tu me has hecho feliz durante un día”, frase que encierra todo un tratado filosófico de lo efímero, en Madrid Connor encuentra una Dulcinea, se llama Isabella y con ella se adentra en los rincones turísticos de la capital.
“Dulcinea” es un viaje por el universo de la familia y la peligrosa tela de araña de las relaciones amorosas: “Poco a poco –dice el realizador Hebrero- está desapareciendo el concepto de que toda tu vida tiene que ser compartida por una persona, y se está sustituyendo por un entendimiento de que la vida da vueltas, y a la vez que uno cambia como persona cambian también sus relaciones, sin tener que pasarlo mal. Cada relación puede ser mágica si no se cierra la puerta a la evolución”.