EEUU: agencias de seguridad vigilan y reprimen a disidentes Ocuppy

Ernesto Carmona*

Seguidores del movimiento Occupy Wall Street. Foto LewisS-IPS

Casi el 10% de las 237 noticias censuradas recogidas este año por el Proyecto Censurado de EEUU aborda diversos aspectos de la vigilancia sobre los ciudadanos disidentes y sospechosos de “terrorismo”, incluido el movimiento Occupy Wall Street (OWS).

En esta entrega se relata cómo el FBI conoció un plan de asesinato –no llevado a cabo- de los líderes Occupy de Houston, Texas, pero no hizo absolutamente nada contra sus planificadores, a quienes tenía sobradamente identificados.

También se describe otra alianza entre el gran capital y la policía de Phoenix, Arizona, durante una manifestación que coincidió con una reunión de empresarios y lobbystas de derecha que manejan las legislaturas de los estados.

El movimiento Occupy se extendió por EEUU a mediados de septiembre 2011. Cuando llegó a Houston, a principios de octubre, agentes del orden y de la industria petrolera, de la banca y ejecutivos locales se asustaron quizás más que en otras ciudades. La repuesta se tradujo en ataques violentos de la policía a los activistas, vigilancia federal y local de las personas vistas como organizadoras, infiltración de provocadores de la policía y, aunque suena delirante, una suerte de complot para asesinar a los «líderes» de ese movimiento no violento y sin líderes.

Las corporaciones también recibieron ayuda de “inteligencia” de las unidades antiterroristas de las fuerzas policiales en octubre de 2011. Las empresas, incluidos los bancos, recibieron alertas escritas por el Centro de Control de la policía de Arizona sobre las actividades de protesta programadas. Alertas similares se enviaron a los bancos en días previos al 5 de noviembre, denominado «Día de Transferencia Bancaria», que animó a la gente a mover su dinero de los bancos corporativos a instituciones financieras más locales. El FBI también participó en una actividad similar, según informes desclasificados: «… había estado en el negocio de alertar a los bancos (y las entidades relacionadas) sobre la actividad de protesta prevista de grupos Occupy Wall Street ya en agosto de 2011».

Un documento obtenido en diciembre de 2012 de la oficina del FBI de Houston, Texas, muestra que la agencia estuvo al tanto de un complot para asesinar líderes del movimiento Occupy, pero no adoptó ninguna medida de prevención. Dave Lindorff reveló esta noticia censurada en una nota publicada en junio 2013 en WhoWhatWhy.com, recordando de paso cómo en octubre 2011, cuando el movimiento Occupy llegó a Houston, los manifestantes fueron sometidos a vigilancia local y federal, infiltración de provocadores policíacos y asaltos de la policía.

El documento fue desclasificado legalmente en Washington (pero fue liberado con tachaduras) cuando la Asociación Fondo por la Justicia Civil lo solicitó invocando la Ley de Libertad de Información (FOIA, según su sigla en inglés). Uno de sus párrafos dice: «Un [informante] identificado [tachado] como en octubre planea participar en ataques de francotiradores contra manifestantes (sic) en Houston, Texas, si se considera necesario. Un identificado [tachado] ha recibido inteligencia que los manifestantes en Nueva York y Seattle planean protestas similares en Houston, Dallas, San Antonio y Austin, Texas. [tachado] planea reunir información de inteligencia en contra de los líderes de los grupos de protesta y obtener fotografías, y luego formular un plan para matar a los líderes, suprimiéndolos vía rifles de francotirador».

Lindorff reportó que el FBI conocía la identidad de la (s) persona (s) que planearon los ataques de francotiradores, pero nunca dio a conocer ningún nombre. El jefe de la oficina de prensa del FBI, Paul Bresson, explicó: «los documentos FOIA [Free of Information Act] a que Ud. hace referencia fueron redactados en varios lugares con arreglo a la FOIA y a las leyes de privacidad que rigen la divulgación de dicha información, por tanto no soy capaz de ayudar a llenar los espacios en blanco… [S]i el FBI estaba al tanto de información creíble y específica implicando un plan de asesinato, la policía habría respondido con una acción apropiada».

Activistas Occupy de Houston especularon que la expresión «si se considera necesario» podría indicar que el planeador no identificado fue una organización, quizás un grupo de la policía o de seguridad privada. Los documentos del FBI y del ministerio de Seguridad Nacional identifican al movimiento Occupy como actividad «terrorista».

El FBI tiene un registro de ataques a orquestar contra organizaciones de ciudadanos que se consideran amenazas. Por ejemplo, las audiencias del Comité Church del Senado en la década de 1970 revelaron que el FBI orquestó los ataques de la policía local (en Chicago, San Francisco y Nueva York) contra los líderes Pantera Negra (Black Panther).

Estado y Gran Capital reprimen a disidentes

Beau Hodai, del Centro para los Medios y la Democracia (CMD), de Madison, Wisconsin, ofreció en mayo 2013, en el sitio Prwatch.org, «una mirada reveladora sobre cómo las agencias de lucha contra el terrorismo de Estados Unidos observaron el movimiento de la ocupación en 2011 y 2012», según un reporte de Alex Kane, de Alternet.

Los documentos oficiales estadounidense obtenidos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, su sigla en inglés), y de otras oficinas gubernamentales, por el CMD y DBA Press revelan «un mosaico sombrío de las operaciones de lucha contra el terrorismo» y las actitudes negativas hacia los activistas y otros ciudadanos, concluyó Kane.

Por ejemplo, la mayor acción Occupy en Phoenix, Arizona, tuvo lugar a principios de diciembre de 2011, mientras allí también sesionaba el American Legislative Exchange Council (Alec), organización financiada por corporaciones que reúne a grupos de presión de derecha y políticos conservadores para impulsar un modelo legislativo en los parlamentos de los estados. El Alec contrató a 49 funcionarios activos, aunque “fuera de servicio”, del Departamento de Policía de la ciudad y a nueve oficiales en retiro para actuar como seguridad privada durante sus reuniones.

Hodai informó de que el resultado de estas prácticas a escala nacional fue «la criminalización al por mayor de decenas de miles, si no cientos de miles, de ciudadanos estadounidenses que se han atrevido a expresar su oposición a lo que se considera cada vez más la influencia indebida de intereses privados corporativo-financieros en las funciones de gobierno público».

La protesta pacífica Occupy fue empañada en Phoenix por la violencia policial, que arrestó a cinco activistas, con despliegue de oficiales premunidos de spray de pimienta. La policía retrató la protesta como obra de anarquistas violentos, narrativa de poco fundamento en la realidad.

«La unidad de respuesta táctica» de los funcionarios que reprimieron estuvo bajo la dirección del sargento Eric Harkins, del Departamento de Policía de Phoenix, quien «en realidad estaba fuera de servicio, pero gana 35 dólares por hora como guardia de seguridad privada empleado por ALEC», reveló Hodai. ALEC también empleó agentes de policía fuera de servicio del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg durante otra reunión en mayo de 2012.

El CMD también proporcionó detalles sobre cómo policías rastrearon y vigilaron de incógnito el movimiento Occupy. Un policía encubierto que dijo llamarse «Saúl DeLara» y se presentó a sí mismo como activista mexicano sin hogar, asistió a reuniones Occupy y luego informó sobre su contenido a la policía.

El CMD dijo en un comunicado de prensa que «desde el 11 de septiembre 2001, el aparato contra el terrorismo de la nación se ha aplicado a ciudadanos comprometidos políticamente en el ejercicio de sus derechos constitucionalmente protegidos por la Primera Enmienda».

*Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, miembro del jurado internacional de Proyecto Censurado

Fuentes Plan para matar líderes Occupy:

  • Dave Lindorff, “FBI Document—‘[DELETED]’ Plots to Kill Occupy Leaders ‘If Deemed Necessary,’” Who What Why, June 27, 2013,
  • Student Researcher: Danielle Davis (Sonoma State University)
  • Faculty Evaluator: Robert Switky (Sonoma State University)
  • Fuentes Gran Capital reprime disidentes:
  • -Beau Hodai, “Dissent or Terror: How the Nation’s Counter Terrorism Apparatus, in Partnership with Corporate America, Turned on Occupy Wall Street” Center for Media and Democracy’s SourceWatch/DBA Press, May 2013,
  • -Alex Kane, “How America’s National Security Apparatus- in Partnership With Big Corporations—Cracked Down on Dissent,” Alternet, May 21, 2013,
  • http://www.alternet.org/print/news-amp-politics/how-americas-national-security-apparatus-partnership-big-corporations-cracked-down
  • Student Researcher: Andie Bugajski, Sonoma State University
  • Faculty Evaluator: Melinda Milligan, Sonoma State University

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