El copiloto alemán Andreas Lubitz será acusado en Francia de “homicidio involuntario”

El fiscal francés Brice Robin, encargado de la investigación sobre el accidente del avión de Germanwings en los Alpes franceses de este martes, calificó este sábado como “homicidio involuntario” a la acción que tomó el copiloto alemán Andreas Lubitz, presunto responsable del siniestro que dejó 150 personas fallecidas, informa Andes.

Andreas Lubitz

«Estuvimos a punto de cambiar la calificación” declaró Robin al diario francés La Provence.

El acto del copiloto se debió a un «deseo espontáneo de destruir el avión (…) para que el caso hubiera sido considerado asesinato, debía haber sido consciente de que quería matar», explicó el fiscal francés.

Robin asume el problema psiquiátrico, aunque descarta que la acción de Lubitz sea un acto terrorista.

La Provence reseñó que la versión que se maneja, hasta ahora, es que Lubitz pudo haber sufrido problemas de depresión causados por la ruptura de una relación con su novia, lo que pudo llevarlo a estrellar voluntariamente el avión.

Lubitz, en su pasado reciente, habría dicho que un día «haría algo que cambiaría todo el sistema» y que «todo el mundo conocería su nombre», según su exnovia.

En una entrevista al diario alemán Bild publicada este sábado, la exnovia del copiloto, una azafata de 26 años, dijo que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la memoria una frase de Lubitz, que ella recordó como «un día voy a hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará» dijo, quien declaró bajo el pseudónimo María W.

Si Lubitz ha hecho esto “es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio, era prácticamente imposible”, añadió María en la entrevista.

La joven explicó que la relación con Lubitz acabó “porque cada vez era más evidente que tenía un problema. Durante las discusiones se irritaba y me gritaba (…) Por la noche, se despertaba y gritaba ¡nos caemos!” dijo.

«Siempre hablamos mucho de trabajo, y ahí se transformaba, se enfadaba por las condiciones de trabajo. Poco dinero, miedo por el contrato (de trabajo), demasiada presión», aseguró la exnovia.

Fuentes de la Policía y de la aerolínea Lufthansa, a la que pertenece Germanwings, informaron que la pareja podría haber atravesado una crisis para lidiar con la ruptura tras siete años de relación.

Según otro diario alemán, el Welt am Sonntag, investigadores descubrieron en el domicilio de Lubitz numerosos medicamentos para enfermedades psíquicas.

El joven, «gravemente depresivo», habría padecido un «síndrome subjetivo de estrés» y lo habrían atendido «varios neurólogos y psiquiatras» anteriormente.

El General de gendarmería francesa, Jean-Pierre Michel, precisó que tampoco se descartaba la posibilidad de que haya habido un «error involuntario o un fallo técnico».

A esta altura de la investigación, sigue sin hallarse ningún «elemento particular» en la vida del copiloto, tal como una ruptura amorosa o un problema profesional que podría explicar un gesto voluntario para destruir el avión, declaró Michel.

Mientras tanto, en el sureste de Francia, continúan las operaciones de búsqueda, específicamente en los Alpes sureños de ese país, a diez kilómetros del lugar en que cayó el avión.

Según la gendarmería francesa, en la zona están trabajando por turnos unas 60 personas.

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