Luis de Luis[1]
Entran y salen, corren, van y dilen: por dentro, por fuera y por los lados del escenario. Tres son tres y los tres son buenos. Así que son, ¡déjenme que les cuente luchenos…! A saber:
La DIVA, así, con mayúsculas, plena y pletórica, desbordada y desbordante, pagada e impagable de sí misma y , antes muerta que sencilla, Patricia Gª Méndez se da un homenaje y se lo da por todo lo alto , desaforada y fuera y dentro de carril es mantis religiosa, viuda negra y fatalmente mujer fatal.
El EXDIVO irritable e irritante, sentencioso, exasperado y contundente, volátil y encendido Manuel Tallafé no se queda atrás bordando un personaje que es una caldera a punto de combustión mientras echa vapor por todas sus espitas al borde del colapso y de la erupción.
Y, por último, El TÉCNICO, el tercero en discordia, Luis Hacha, da una serenata de flema, serenidad y desconcierto a diestro y siniestro mientras intenta poner(se) en orden y en (des) concierto.
Así los tres, intentarán poner en pie una función en los mismísimos Teatros Luchana, sin trampa ni cartón ni perder la cara al público y, para ello, se convertirán en Irene Adler, Sherlock Holmes y el Dr. Watson sin dejar de ser ellos mismos.
Así los tres, entre bambalinas, entre visillos, entre dos aguas y entre sijos, se paran y disparan, se lían y enredan, se buscan y se encuentran, sin parar, sin detenerse, golpe a golpe, verso a verso y zasca a zasca en un formidable y concienzudo guirigay gobernado con conocimiento de causa por Manuel M. Velasco de acuerdo con la armoniosa, caústica e inteligente partitura que firma, con gusto y gana, Lola Guerrero.
- Luis de Luis es crítico teatral
Ficha artística
Dirección: Manuel M. Velasco
Dramaturgia: Lola Guerrero
Reparto: Patricia Gª Méndez, Manuel Tallafé y Luis Hacha
Iluminación: Kike González
Escenografía: Lucía Setuain
Vestuario: Teilor Castro
Producción: Kramer producciones