¡Vivan los insecticidas!
El Gobierno de España está demostrando ser una PPlaga que está arrasando sanitaria, educativa, cultural, laboral, económica, humana y memorísticamente este país.
Desde el Gürtel, pasando por Bárcenas, sobres-sueldos y demás técnicas competitivas desarrolladas creativamente gracias a másteres y cursos caros realizados en “universidades privilegiadas”, destinados a ciertas “clases superiores”, que adoran el ejercicio del poder y de las influencias de estas “clases-casta” amantes del dinero y del sometimiento, incluyendo reírse de y no reírse con. No es lo mismo reírse con el pueblo, que reírse del pueblo.
La mayoría de los días parece que se despertaran con ganas de un cachondeo franco ¡Oh palabra venerada! ¡Un día sí y otro también! Más que la verdad, por cierto.
A esta PPlaga, la autenticidad ya no les incomoda francamente, se ve que tienen otros asuntillos más importantes en los que pensar, por ejemplo los que sirvan a sus intereses, al de los mercados y a su memoria del Valle de los Caídos. Pero no se puede reconciliar a golpe de ordeno y mando, o contando la historia “según me fue”, que se enteren de una vez, la reconciliación solo se da en reciprocidad, si no será otra cosa: ¿PPoder-sumisión por ejemplo?
Pero eso sí, tenemos que agradecer a esta PPlaga el hincapié que ponen en que la ciudadanía aprenda lo que es la sencillez y la humildad dando ejemplo. A este cometido les ayudan las misas a las que acuden sin falta diariamente muchos de sus miembros.
De la arrogancia nace el odio; de la insolencia la arrogancia. Cicerón
Quien desprecia demasiado, se hace digno de su desprecio. Henri-Frédéric Amiel