La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que de los 204 millones de niños y jóvenes que hay en Europa, 700 son asesinados cada año, casi un 10 % sufre abusos sexuales, un 23 % violencia física y un 29 % abusos emocionales.
La OMS sostiene que el trauma infantil tiene un costo terrible, no sólo para los niños y los adultos en los que se convierten, cuyas vidas destroza, sino también para el bienestar y la economía de todos los países.
Según los datos la sección regional europea de la OMS, anualmente se registran en Europa unos 55 millones de casos de niños que experimentan algún tipo de violencia, ya sea física, sexual, emocional o psicológica, aunque está demostrado que la mayoría de esas agresiones no se denuncia, por lo que las cifras podrían ser más altas, afirma este martes
Los estudios de la Organización indican claramente que los niños y niñas que fueron víctimas de la violencia corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades mentales, consumo de drogas y alcohol, obesidad, así como de sufrir afecciones crónicas en el futuro.
Ahonda en la cuestión la doctora Bente Mikkelson, directora de la División de Enfermedades No Transmisibles y Promoción de la Salud de la OMS en Europa, quien explica el aterrador precio que pagan los menores y las sociedades víctimas de este tipo de atropellos.
«El trauma infantil tiene un costo terrible, no sólo para los niños y los adultos en los que se convierten, cuyas vidas destroza, sino también para el bienestar y la economía de todos los países. Con voluntad política, todos podemos hacer frente a esta situación. Cada sector y cada parte de la comunidad puede marcar la diferencia para hacer que la sociedad sea más segura para los niños. Pero tenemos que acelerar».
Mayor financiación contra la violencia
La OMS estima que anualmente se gastan 581.000 millones de dólares en tratamientos de los menores afectados por la violencia, pero destaca que “el costo financiero palidece en comparación con el costo para la salud de las personas”.
Por el contrario, la Organización destaca un aumento en la voluntad política de combatir este tipo de agresiones e indica que el 66 % de los países de la región prohibieron el castigo corporal en todos los ámbitos.
Pese a este avance, y a que el 83 % de los países de la región han elaborado un plan de acción nacional para poner fin al maltrato infantil, menos de la mitad de estos planes cuentan con financiación.
El Programa INSPIRE como solución
Para ayudar a los países en la prevención y el tratamiento contra esta lacra, la OMS cuenta con el programa INSPIRE que identificó una serie de estrategias para reducir los niveles de violencia.
Las siete medidas que promueve este programa son:
- la aplicación y cumplimiento de las leyes
- la creación de normas y valores
- el establecimiento de entornos seguros
- el apoyo a los padres y cuidadores
- el aumento de los ingresos;
- la creación de servicios de respuesta y apoyo
- la inversión en educación y la formación.