Cada vez que regreso a Boston, especialmente en esta fecha de noviembre cuando se cumple su asesinato, revivo el espíritu de Kennedy. Esta ciudad, capital del Estado de Massachussett, ha sido su tierra natal, donde nació, estudió y llegó a ser un hombre político. La doctora Karen Ruskin me comenta: “John F. Kennedy y su familia han ejercido fascinación para muchos, en la cultura Americana.” Y aun hoy se mantiene el mito y muchos Americanos siente nostalgia de esta famosa dinastia.
Recorriendo Boston llegamos al barrio de Brookline y a la casa donde naciera el presidente John F. Kennedy, un 29 de mayo de 1917 y cuatro de sus nueve hermanos. Me sorprende la casa pequeña, de dos plantas, pintada de verde, localizada en la calle 83 Beals, en un vecindario tranquilo y arbolado de clase media. La casa es hoy museo, conserva parte del mobiliario de la familia y su estructura se mantiene intacta lo cual permite sentir el hogar donde creció el presidente. En la parte baja está la sala y el comedor, con la vajilla de la familia, En la parte alta se encuentra el dormitorio principal donde nació John, a las 3 de la tarde, atendido en su casa, como se estilaba entonces. Emocionan su cuna y los libros infantiles que la madre le leía. Entre sus preferidos figuran el Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda. Varias fotos recuerdan la familia, integrada por el padre, Joseph Kennedy, un hombre de negocios que llegó a ser embajador de Estados Unidos en Inglaterra y la madre, Rose, hija del Alcalde de Boston, con sus hijos. Según testimonios relatados por Rose, la educación fue esmerada para todos los niños, desde temprana edad vivieron en un ambiente de historia, política y tradición.
Malka Benjamin, funcionaria del Sitio Histórico Nacional J.F.Kennedy, comenta: “Los Kennedy se mudaron al barrio de Brookline después de su luna de miel y la habitaron durante seis años. Tuvieron cuatro niños en esta casa, entre ellos al presidente, iban a la escuela, a la biblioteca, y a la iglesia católica que está a pocas cuadras, por eso, hasta hoy, los vecinos comparten un gran pastel el día del nacimiento del presidente y vienen a homenajearlo. Cuando Kennedy murió, mucha gente se acercó a la casa a dejar flores y condolencias y fue Rose Kennedy, la madre del presidente, la que se ocupó de recuperar la casa, comprándola en 1966, restaurándola y decorándola con muebles y objetos personales hasta convertirla en Museo. La inauguró en 1969. Un verdadero tributo a su hijo y un regalo al pueblo americano.”
El niño Kennedy no desfraudó a sus padres, se graduó de Harvard, en 1940, con honores.
Aunque fue un joven bastante enfermo, su salud no fue impedimento para que fuera un activo deportista, un donjuan empedernido, un ávido lector, y acompañara a su padre en su gestión diplomática por Europa, conociendo líderes internacionales, visitando diferentes países y formando sus conceptos de política internacional.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial se alista y comanda una lancha torpedera en el Pacífico, sufre un ataque y salva a la tripulación, hazaña que le vale una condecoración militar y un ascenso de popularidad, que lo lanza a la carrera política.
Esa fue su niñez y juventud, pero al iniciar su carrera politica se aleja de Boston y llega a ser presidente de los Estados Unidos. Su labor gubernamental y su vida de estadista está testimoniada en el Museo y Biblioteca Presidencial John F. Kennedy, ubicado en Columbia Point, sobre el Harbor de Boston.
Es un un bello edificio de vidrio y concreto, concebido por el arquitecto I.M. Pei, quien creó la moderna estructura como una pirámide truncada, simbolizando la vida de joven presidente asesinado.
El sistema de Bibliotecas presidenciales fue fundado por el Presidente Franklin Roosevelt, en 1939. Kennedy inició gestiones para crear una biblioteca similar en Cambridge, que guardara la documentación y los archivos de su mandato.
Finalmente se construyó el edificio en el actual predio, costó 12 millones, con aportes privados y se inauguró el 20 de octubre de 1979. Ocupa 10 acres y es la Biblioteca Presidencial número 10 de la nación. Los archivos contienen 8,4 millones de páginas de documentos personales, la visitan mas de 200 investigadores, también contiene documentos de su hermano Robert F. Kennedy y de 300 colaboradores, guarda 200.000 fotografias,7000 horas de grabaciones y 70.000 volúmens sobre el tema.
El edificio, ademas del Museo y los archivos del presidente aloja la Fundación Kennedy, cuya presidenta es su hija Carolina Kennedy y la Colección Ernest Hemingway, con documentos y manuscritos del escritor, que su viuda donara sabiendo la admiración que Kennedy tenía por la obra del célebre autor.
Cuando se entra al Museo Biblioteca sorprenden los amplios ventanales sobre el mar y pronto se ingresa al teatro donde se aprecia un documental sobre la vida de Kennedy, luego se pasa a las salas en las cuales se aprecia la iniciación a su carrera política y la Convención de Los Angeles, donde el Partido Demócrata lo nomina para ser el 35 presidente de los Estados Unidos.
A través de la multimedia museográfica se refleja la historia de los Estados Unidos y los pasos de Kennedy, primero como Senador de Massachussetts, entre 1946 a 1956, luego su nominación a Presidente y su periódo presidencial.
El recorrido es una crónica de sus 1000 días políticos, a través de fotos, objetos, documentos y dramatización de los diversos escenarios: el ceremonial de la Casa Blanca, su escritorio, la oficina del Fiscal general, su hermano Robert F. Kennedy con quien compartió momentos difíciles, la oficina Oval, la presencia de la primera dama Jacqueline Kennedy, el Programa Espacial, el Tratado de No Proliferación de armas, hasta su Asesinato el 22 de noviembre de 1963.
La visita nos hace vivir las gestiones de su Presidencia frente a la Crisis de los Misiles en Cuba, la Guerra fría y la tensión nuclear, la promoción de los Cuerpos de Paz para ayudar a los países de África y Asia, la Alianza para el Progreso en Latinoamérica y su apoyo a la carrera espacial, que permitió que en 1961 Alan Shepard fuera el primer Americano en tocar suelo lunar.
El énfasis en los Derechos Civiles y la igualdad racial, su lucha por afianzar las democracias y los pactos políticos con líderes mundiales para asegurar la paz en el planeta.
Rachel Day, Jefa de Comunicacion de JFK Biblioteca dice: “Nuestro deseo es que cuando la gente visite la Biblioteca Museo aprendan a través del ejemplo del president Kennedy y se inspiren para seguir su conciencia en el trabajo, en beneficio de su comunidad, su país y el mundo.”
Su legado impulsa a generaciones que recuerdan uno de sus últimos discursos del Estado de la Unión, en 1963: “Agradecemos los vientos del cambio y tenemos motivos para creer que nuestra ola va a adquirir cada vez mas fuerza”.