El primer Festival del Cante de las Minas nació en 1961, impulsado por el alcalde Esteban Bernal. No fue fácil, empezar de cero nada menos que un festival en una pequeña ciudad nacida a la sombra de su cuenca minera, desconocida fuera de la comarca. Pero Bernal tenía vocación de suplir carencias con empeño, de divulgar el festival, su porqué y sus raíces por toda España para empezar.
Y dicho y hecho, en 1965 se fue a Madrid, a convencer al entonces director general de RTVE, Adolfo Suárez, de que el joven Festival/Concurso del Cante de las Minas podía ser y tenía vocación de ser el mejor festival de España. Y le convenció y RTVE fue el mejor foro de difusión, y fue creciendo, del cante a la guitarra en los ochenta, a la sección de baile en los noventa, en 2009 se amplió a instrumentistas flamencos.
Desde 1978 el Festival se presenta en el Antiguo Mercado, donde no podría tener mejor escenario. En 1984 es declarado de interés turístico nacional y los Cantes Mineros y de Levante fueron declarados Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2010.
Camarón de la Isla estuvo cantando en una gala del Festival del Cante de las Minas en 1983 cuando ya era un icono revolucionario del cante, acostumbrado a un delirio de aplausos y vítores al final de sus actuaciones. Pero en este caso, no fue comprendido por su propio público gitano, que abandonó masivamente la sala sin esperar a la actuación del siguiente artista, algo que nunca se había producido en la historia del cante. Y es que cuesta comprender a los genios. El hecho no pasó de la anécdota y para nada enturbió la enorme calidad artística de su trayectoria como cantaor genial. Le quedaban nueve años de éxitos por el mundo y de vida. Se apagó en 1992.
La noche del sábado 6 de agosto 2016, veinticuatro años más tarde, el espíritu de Camarón volvió a estar presente en el Festival del Cante de las Minas de la Unión por obra y gracia del musical Eterno Camarón que lleva ya algún tiempo recorriendo los escenarios españoles con distintos elencos. En esta ocasión actuaron Gema Monje, hija de Camarón, recitando versos de su padre dedicados a su mujer, Dolores Montoya La Chispa; Pedro el Granaíno protagonizando los cantes del genio desaparecido, Eduardo Trassierra a la guitarra, El Choro y Mercedes de Córdoba bailaores que ya son más que promesas de este arte.
Protagonistas también los fondos de pantalla rememorando momentos y situaciones en la vida de Camarón, todo en una especie de ensoñación onírica dedicada a su recuerdo, o a traerle de nuevo al presente más vivo que nunca. No es un documento biográfico, sino una evocación de sentimientos y sensaciones flamencas que fueron ayer, hoy y siempre la forma de entender el cante de los gitanos y con ella traspasar fronteras.
Pedro el Granaíno no es Camarón, pero él metió dentro de su piel el espíritu del genio y le interpretó trascendiendo sentimientos, emociones y estilos; a momentos nos hizo sentir a Camarón, en la Nana del Caballo grande, cante, toque y baile del Choro y Mercedes de Córdoba. Unas Alegrías del Guadalquivir con participación de bajo y teclado y Los Makarines en coros y palmas, con un fondo de ondas marinas plateadas que recrean entornos del homenajeado; Bulerías de La Primavera con las manos de Camarón al fondo, con cante, guitarra, batería y teclado que las hacen sonar en espíritu como fueron.
La leyenda del tiempo , aquella incorporación de Lorca tan incomprendida por muchos entonces y hoy tema habitual en cientos de conciertos flamencos, con una hermosa coreografía de Mercedes y El Choro, levantó esta noche de sábado un aplauso masivo en la sala. Un fondo de fuego en pantalla para ambientar Soy Fragüero, con un zapateado de El Choro y dos palmeros que le hacen compás que deja sin aliento. Y a continuación por bulerías Ya se van los marineros/de madrugaíta se van pa la mar; El Granaíno emociona impersonando a Camarón. Una serie de fandangos, con el baile de Mercedes vestida de negro y zapatos rojos, en clave festera, actuada por todo el elenco. Entre tema y tema Gema Monje sigue con los versos dedicados a su madre.
Van sonando evocadores temas del genio gaditano que se fue a los 41 años pero que dejó un recuerdo perdurable de su presencia en este mundo. De lo que yo soy pa ti, Toma que toma, Mi barrio, Pa qué me llamas prima y otra vez versos de Lorca: La Tarara que borda el cantaor.
La noche se despide sobre fondo de pantalla con la imagen de Camarón con aquel universal Volando voy. La sala en pie y cantando, manteniendo vivo el recuerdo del inolvidable Camarón