El pin parental: Abascal, los antivacunas y el Corazón del Ángel

Andrea Salander²

Los españoles y españolas estamos en peligro y nuestro sistema democrático también. El primer pico de virus de la intolerancia y la manipulación obscena hace estragos.

Corazón-del-Ángel-cartel El pin parental: Abascal, los antivacunas y el Corazón del Ángel

Abascal es el sátiro enviado por Satán, me extraña que los poderes de la alta jerarquía de la Iglesia Católica no se hayan dado cuenta aún. Un ser mitológico y anacrónico que, con cuerpo humano más parecido a un carnero que al mucho más atractivo Robert de Niro o Mickey Rourke en El Corazón del Ángel, viene enfundado en su nacionalcatolicismo para controlar nuestras mentes.

Su objetivo: que nos devore el virus de la confrontación, el odio y la venganza, hasta que nos envenene. Castigo merecido por habernos apartado del camino de mal perder. Y entonces él, el demonio caballero. Ellos, Belcebú, Lucifer, el Leviatán, Mammón, todo el infierno. Y finalmente, la Divina Comedia se apodera de este país y acabamos matándonos, odiándonos, despreciándonos e inoculándonos el virus a través del contacto sexual sin protección, sin precaución, sin piedad, sin justicia, sin respeto, sin misericordia, sin entendimiento, con mentiras, con careta, en otro cuerpo, en otro ser.

Nos debilita el sistema inmunológico el virus del odio y la intolerancia que nos matará de asco. Porque “la maldad es un montón de estiércol: cada uno sube a su propio montón y desde él habla de los demás”¹, así como lo hace el líder de VOX.

El Avatar de Satán, utiliza la técnica de los antivacunas: Mis hijos no se vacunarán contra la intolerancia, a favor de la justicia, en contra de la marginación y la insolidaridad, la desigualdad, el respeto al diferente. Ellos morirán de odio lo mismo que los demás por su malintencionada objeción, el virus se extenderá y alcanzará también a los niños y niñas sanas comprometidas con la humanidad , la educación cívica y la tolerancia.

El virus ha llegado a España y no encontramos vacuna. No importa España, no importamos nada. Solo hay que destapar la pipeta para que se agite contra el universo: el Corazón del Ángel.

Y Harry Ángel espetó: “Se dice que no hay la religión suficiente para que las personas se amen entre sí, pero si para que se odien.” (Robert de Niro en El Corazón del Ángel).

  1. El Corazón del Ángel 1987
  2. Andrea Salander es periodista

 

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