El poder del dinero, un thriller irrelevante

Plagado de lugares comunes y escasa de originalidad, El poder del dinero (Paranoia) es un thriller de la era tecnológica bastante mediocre, dirigido por Robert Luketic (Killers, 21 Blackjack) e interpretado por Liam Hemsworth (el guaperas australiano de Los juegos del hambre, en la línea de los nuevos galanes todo bíceps y triceps), Amber Heard (Los diarios del ron) a quien resulta imposible sacar el más mínimo partido de un personaje sin luces ni sombras, un Harrison Ford (Indiana Jones, qué tiempos aquellos) sin ningún encanto, y un Gary Oldman (“El topo”, “Harry Potter y la Orden del Fénix”) también en horas bajas.

cartel_poder_del_dinero El poder del dinero, un thriller irrelevante “La película Paranoia”, decía un comentarista suizo cuando el estreno en aquel país, “es un poco como sus jóvenes protagonistas: bonita de ver y en cierta manera hasta seductora, pero de las que se olvidan al franquear la puerta de salida del cine”. Le falta, como mínimo, la tensión que no puede estar ausente en un buen thriller.

La era de las transformaciones industriales, el momento puntero de las nuevas tecnologías, era una excelente ocasión para sacar un buen guión de una historia de espionaje industrial; algo que no ha ocurrido en la adaptación de la novela Paranoia, publicada en 2004 por Joseph Finder. Y lo que es peor, no responde al título original: en ningún momento se corresponde con lo que ocurre en la pantalla, como tampoco se siente que su protagonista corra realmente peligro.

Contratado por un magnate, que dirige un imperio tecnológico, para espiar a un rival tan poderoso como él, Adam (Liam Hemsworth), superdotado ingeniero experto en inventos punteros, se encuentra atrapado entre los dos ambiciosos empresarios, cosa que tardará en comprender. Además, su enamoramiento a primera vista, y posterior relación, con una ambiciosa joven ejecutiva, llenará más tiempo del necesario en un relato al que le falta chispa. Quizá el mejor momento de la historia, el único, sea el enfrentamiento entre los dos magnates, cuando se trata de desvelar quien ha engañado realmente al otro, que pone frente a frente a Harrison Ford y Gary Oldman reunidos cuando han pasado casi veinte años de la participación de ambos en Air Force One (El avión del presidente).

Adam Cassidy, empleado en Wyatt Telecom, tiene que ocuparse de un padre enfermo, el sueldo no le llega para todo y sueña con alcanzar algún día las luces del otro lado del río, con poder instalarse en Manhattan. Wyatt (Gary Oldman) le despide, junto con todo su equipo, tras presentar un proyecto que no le convence y al poco tiempo vuelve a contactarle, en secreto, ofreciéndole millones si consigue que le contrate su rival Jock Goddard (Harrison Ford), propietario de Eikon, y una vez dentro de la empresa le consigue los datos de un producto nuevo. Adam se gana la confianza de Jock y se enamora de Emma (Amber Heard), encargada precisamente de tener al día el nuevo proyecto. Cuando se da cuenta de que ha caído en una trampa, intenta retirarse pero el compromiso con ambos empresarios ha ido ya demasiado lejos…Después, pirueta final y final feliz. Se puede ver en los cines españoles a partir del 28 de febrero de 2014.

Recreándose por enésima vez en la cada vez menos fantasía y más realidad del Big Brother de Orwell, el objeto del deseo de la película es el instrumento de comunicación que barrerá del mercado a todos los demás porque reunirá en un solo utensilio de bolsillo todas las funciones que hoy hacen los teléfonos móviles, pantallas, tabletas, ordenadores y robots que conocemos y, naturalmente, seguirá restando libertad a los ciudadanos y despojándoles de más capas de vida privada.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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