En una conferencia de prensa organizada en el Ministerio de Asuntos Exteriores y calificada por la oposición de «kafkiana», las autoridades de Bielorrusia han exhibido este lunes 15 de junio 2021 al periodista Roman Protassevitch, detenido el pasado 23 de mayo en el aeropuerto de Minsk, junto a su novia la estudiante rusa Sofia Sapega, después de obligar a desviarse al avión que les trasladaba de Atenas a Vilnius, con la excusa de que había un aviso de bomba en el aparato.
Es la segunda vez que el régimen bielorruso expone ante las cámaras a Roman Protassevitch, de veintiséis años, exredactor jefe del digital Nexta, que jugo un papel importante en las manifestaciones contra la reelección del dictador Alexandre Lukachenko en agosto de 2020.
En ambas ocasiones, el joven periodista ha participado evidentemente obligado a hacerlo, reconociendo haber cometido los delitos que le imputan, pidiendo perdón y manifestando estar arrepentido. En la ocasión anterior tenía el rostro lleno de hematomas, señales evidentes de haber sido torturado.
«No importa lo que dice, no olvidemos que es un rehén», ha escrito en twitter Franak Viacorka, consejero de la jefe de la oposición en el exilio Sxetlana Tikhanovskaya: «Eso no es una rueda de prensa, sino una escena sacada de Orwell o de Kafka».
En el mismo acto, dos representantes del ministerio han reafirmado la versión de la amenaza de bomba para desviar el avión, diciendo que procedía del grupo palestino Hamas.