El retorno de Chemari

«¡Y él se fue con el bigote entre las piernas!», decía entonces Alfonso Guerra. La guerra entre ambos hizo que el que fuera presidente de un país aparezca ahora desprovisto de pelo, me refiero al bigote hombre…

Y no quería oiga, no quería, pero pudo la vida del pepé con él. Los sobres, los recortes, la España revuelta entre dimes y diretes han hecho que el que pudo gobernar en la España de la bonanza se plantée si en vez de pasearse entre pizarras y congresos enseña de nuevo al hombre que pudo gobernar. Es cierto que todo lo que dice y sigue diciendo es coherente con su persona. No podemos hacer oídos sordos a esta situación de desempleo y promete cumplir con su responsabilidad, su conciencia, su partido y su país. Total ná…

Si analizamos uno por uno, no me cabe la menor duda que este hombre fue responsable en su tiempo, sé y me consta que tiene conciencia aunque alguna mala pasada le jugó cuando casaba por todo lo alto como si de una gran dama de la corte fuera a su hija Anita. Nadie duda que todo lo hizo en nombre de la unidad del partido que ya nadie recuerda cómo era, y si tiene que luchar por su país tendría que quitar al que puso de en medio porque la tarta no da para todos y Marianín,  no sabe repartirla.

Ahora la cosa anda como siempre con el tema de la pasta, de la corrupción y de los posibles sobresueldos de estos señores llamados a gobernar. Una vez más nos ponemos delante de la incongruencia; unos no tienen para comer y otros viven con unos privilegios que nada tienen que envidiarle ni al mismísimo Obama. Todo lo que propone no está mal, pero nadie habla nunca de recortar privilegios, consejeros, asesores, secretarias, chóferes, comilonas, nadie. Absolutamente nadie.

Hablamos de un estado eficaz y sostenible. El nuestro no lo es por esas pequeñas cosas. Comenta que se deben reformar las instituciones que garanticen el estado de derecho. Éstas tendrían que haberse reformado o mejor dicho, no haber existido como tales en su época. Es insostenible este modelo de estado. Hay que reformar la economía con reforma fiscal que reduzca los impuestos. Este país está sostenido por los autónomos, las pymes y los veinte millones de personas que logran tener un trabajo. El resto, hasta 47, nadie sabe de qué viven. Y del pacto social que cree poder estructurar pero España ya es un país de viejos. Las personas mayores de 50 años están en paro, prejubiladas y son el desecho de un país que agoniza. Los demás, ni hablemos. Y,  ¿cómo vamos a recuperar la posición internacional si en la vieja Europa seguimos bailando al son de Ángela?  No tenemos fuerza ni posición para decir ole porque el país hizo aguas y nos rescataron por mucho que le pongamos adjetivos a la mierda. Y no hablemos de la sanidad, de la educación y de las competencias que tenía el estado que poco a poco va soltando. Eso sí, siguen las diputaciones, los ayuntamientos, las concejalias, los consejeros, los viceconsejeros, los asesores de los consejeros que necesitan consejos y una panda de amigos que no sabe, no contesta, entre otras cosas porque no tienen estudios. Tenemos los jóvenes más analfabetos de la historia con veinte masteres, muchos idiomas y no saben el suyo. Todos al paro, y ahora en junio, se sumaran otros miles, porque ya han terminado su tercera carrera y sigo en casa mamá aunque tenga treinta años. ¿Y7 de qué país hablamos? Tienen problemas de ortografía, están acostumbrados a las sinopsis, a no ponerse a estudiar, al famoso ya, copy-paste, y sobre todo tienen pocas ganas y les cuesta concentrarse.

Por cierto, hablando de todo un poco con motivo de la religión y otras mandangas he escuchado esta mañana a un analfabeto que decía que abortar no es matar porque total, un embrión o un feto no es una persona. No sé si esto es de la Logse, del sentido común o de la recién entrada ley Wert, pero queridos amigos, cuando uno aborta, no permite que el que quiere ver la luz, la vea. Y a eso, gobierne quien gobierne, se le llama matar.

Mariano, el que fuera el elegido empieza ahora a valorar que otra España quizá es posible si se recorta de donde nadie cree. Empecemos por los aytos y cuando digo aytos, digo aytos.

 

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

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