Iban en busca de especies y, sin percatarse, dieron la vuelta al mundo y echaron por tierra toda la ciencia que hasta entonces partía de la premisa de que la tierra era plana, como un cromo, y que en algún lugar tenía que acabar.
Contra el parecer de muchos todavía, no fue el portugués Fernando de Magallanes quien dio la primera vuelta al mundo, sino el vasco de Getaria Juan Sebastián Elcano (y aprovecho la ocasión para recordar que, a saber si es verdad, pero mi abuela -una anciana exquisita que leía alemán, escuchaba la radio clásica y daba de comer miguitas a los pájaros del Retiro- presumió siempre de que la madre de Elcano se llamaba María Catalina del Puerto y Arancibia).
Esta aventura que ahora cumple quinientos años, fue una de las más emocionantes jamás contada. Un viaje circular que acaba donde empieza. La película de animación “Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo» es “la crónica de dos navegantes que cogieron el timón de la historia para cambiar el rumbo de la humanidad. Un viaje que se inició bajo el mando de Fernando de Magallanes y que concluyó Juan Sebastián Elcano, el verdadero protagonista de esta historia”.
En 1519 partieron cinco embarcaciones del puerto de Sevilla. Solo una consiguió volver después de vencer tormentas, hambre, tribus y todo tipo de increíbles aventuras. Partiendo de los hechos históricos conocidos y de los personajes que los protagonizaron, el director Ángel Alonso ha creado una película emocionante y muy entretenida, pensada para los espectadores más jóvenes y perfecta para disfrutarla en familia.
El guion del largometraje lo firman José Antonio Vitoria y Garbiñe Losada. Joseba Beristain es el creador de la banda sonora original. La música, mayormente sinfónica, corre a cargo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi dirigida por Fernando Velázquez y noventa voces del Orfeón Donostiarra dirigidas por José Antonio Sainz Alfaro. Enrique Solinís, músico vasco experto en guitarra y música antigua, también participa en la banda sonora con algunas composiciones de su repertorio y varias piezas específicas creadas por Beristain.
La Oreja de Van Gogh interpreta la canción “Confía en el viento”, un himno a la figura del navegante Juan Sebastián Elcano, el hombre cuya decisión de seguir navegando hacia el oeste hizo posible la primera circunnavegación de la historia.