Los comicios que se llevaron a cabo el 7 de junio pasado en México, en los que se eligieron diputados federales, así como autoridades locales (gobernadores, alcaldes, diputados y jefes de delegaciones) de diversas entidades, estuvieron marcados por actos de violencia, que también afectaron a los periodistas, informa Reporteros sin Fronteras (RSF), que exhorta a las autoridades mexicanas a investigar estos hechos para que los ataques no permanezcan en la impunidad.
El 7 de junio de 2015 el portal digital de Radiover denunció que dos de sus periodistas fueron agredidos en Xalapa, en el estado de Veracruz. El medio de comunicación relató que Elena Anell y José Francisco García Reyes estaban documentando cómo miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI) compraban votos, cuando fueron atacados. Sujetos no identificados armados con pistolas rompieron los cristales de su automóvil, se llevaron su equipo, sus teléfonos móviles, sus pertenencias, así como sus documentos de identidad.
La organización Article 19 registró en la red #RompeElMiedo, 27 agresiones contra periodistas durante la jornada electoral, entre las que se incluía: robo de equipo, el que se pidiera a los reporteros de forma ilegítima que borraran sus fotos, amenazas, agresiones físicas y ataques cibernéticos a dos portales informativos. La red #periodistas en riesgo registró siete agresiones.
Marcada por el asesinato de cuatro candidatos y por graves enfrentamientos, en particular en los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, la campaña electoral también se caracterizó por ataques a profesionales de la información, efectuados sobre todo por miembros de los partidos políticos.
“Dar a conocer la corrupción o la malversación de los partidos políticos se ha convertido en un acto de valentía en México. Los periodistas que intentan hacerlo no sólo se enfrentan a que se les niegue el acceso a la información, sino que también corren el riesgo de padecer intimidaciones, amenazas, incluso agresiones. Parece que todo se vale en un país donde existe una escandalosa complicidad entre el crimen organizado y las autoridades, y donde la justicia brilla por su ausencia», señala Claire San Filippo, responsable del Despacho Américas de RSF: “Exhortamos a la Fiscalía Especial de Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a llevar a cabo lo antes posible una investigación para que los responsables rindan cuentas ante la justicia. Las autoridades deben proporcionar una protección adecuada a los periodistas amenazados”, añadie.
El 4 de junio en la ciudad de Colima (en el estado de Colima), un grupo del Partido Acción Nacional (PAN) agredió a las periodistas Elizabeth Ibal Rocha, del diario El Occidental, y Fabiola Rosales, del periódico El Sol de México, e intentó apoderarse de su equipo. Las reporteras explicaron a medios de comunicación locales que intentaban obtener testimonios sobre la circulación de motocicletas con propaganda política.
Un corresponsal del diario Reforma, de la ciudad de México, que pidió permancer en el anonimato, relató a RSF que la noche del 29 de mayo lo agredieron a golpes. Miembros del equipo de campaña del candidato a presidente municipal de Huixquilucan (estado de México) por el PAN lo golpearon, le exigieron que borrara las fotos del candidato y le robaron sus teléfonos. Reforma señala que por estos hechos inició la averiguación 59/FEADLE/2015 ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos en Contra de la Libertad de Expresión.
Otros periodistas, que desean permanecer en el anonimato por razones de seguridad, relataron a RSF las agresiones que sufrieron. El 30 de mayo una periodista fue víctima de abuso sexual en Veracruz, después de que cubriera un evento de cierre de campaña del candidato Erick Lagos. En este momento es difícil precisar si la agredieron debido su labor periodística. RSF también tuvo conocimiento de que una semana antes otra periodista de Veracruz había sido amenazada debido a la información que había publicado sobre un candidato del PRI a diputado. La reportera dejó de publicar información sobre el tema para no ponerse en peligro.
México, el país más mortífero del continente americano para el gremio periodístico en 2014, donde se registraron tres casos de periodistas asesinados, y el de una netciudadana, en los que el crimen estuvo relacionado con su labor informativa, ocupa el lugar 148, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF publicada en febrero de 2015.