El Congreso de los Estados Unidos es el organismo del poder rector de la vida democrática Americana, compuesto por la Cámara de Representantes y el Senado.
La Cámara de Representantes (Diputados) tiene 435 miembros, que se dividen según la población de cada estado, mientras que el Senado cuenta con 100 senadores.
A fines del 2018, hubo elecciones y se produjeron cambios sustanciales que marcan el destino del país en los próximos años, en miras a las elecciones presidenciales.
Los Republicanos han aumentado su mayoría en el Senado y la mayoría de la Cámara Baja es Demócrata. Balance político que es tradición en el pueblo Americano y en las elecciones de medio término, que se celebran a mitad de cada mandato presidencial.
Lo interesante de este fenómeno electoral es la diversidad y el empoderamiento de la mujer en el sector político.
Por primera vez en la historia del país, el Congreso de Estados Unidos estrena una cantidad récord de mujeres, y una amplia diversidad de etnias, culturas, religiones, estatus generacional, orientación ideológica y composición racial, mostrando no sólo la gran diversidad de este país sino la apertura democrática y la libertad en el ejercicio de esa democracia.
La presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, es una de las mujer más influyente en esta etapa de gobierno, además de ser la primera mujer en cubrir dos períodos consecutivos en ese cargo.
Cabe destacar, que la presencia de la mujer no solo es record en el Congreso, marca una nueva tendencia con respecto a los aspectos políticos, sociales y económicos del país. Cada vez es mayor el número de mujeres inscritas en las universidades, alcanzando puestos ejecutivos y abriendo negocios, a lo largo y ancho del país norteamericano.
El record de mujeres en el Congreso es un reflejo del empoderamiento de la mujer en los Estados Unidos y constituye una nueva perspectiva donde hispanas, afro, indígenas, musulmanas y jóvenes muestran la cara femenina de la sociedad multicultural y multiétnica de los Estados Unidos.
Enfocamos a nueve de esas representantes para mostrar esa heterogeneidad.
En la Cámara de Diputados: la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, es una demócrata de orígen puertorriqueño, de 29 años, la más joven congresista en la historia y, tal vez, sin demasiada experiencia en las lides políticas, apoyada por pequeños aportes provenientes de sus seguidores y votantes. Algo que contrarresta con las costosas campañas de otros contrincantes.
Otras latinas también han conquistado escaños: Veronica Escobar y Sylvia García, ambas demócratas, representan a Texas en el Congreso. García, representa un distrito donde los hispanos son ya mayoría, nacida en un pueblo campesino, es hija de inmigrantes mexicanos, fue senadora estatal y tiene experiencia política. Escobar, había sido jueza y comisionada en el Condado de El Paso y ha sido profesora de la universidad de Texas.
La gran sorpresa para el Sur de la Florida fue el éxito obtenido por Debbie Mucarsel-Powell nacida en Ecuador, demócrata, empresaria, quien se impuso a su rival republicano Carlos Curbelo, reelegido en varias ocasiones, mostrando un cambio en las tendencias electorales del sur de la Florida.
Hay un aumento del 75 % en las mujeres afrodescendientes e indígenas que han ingresado en la política. Las primeras mujeres nativas americanas en la Cámara son:
Sharice Davids, representa al estado de Kansas en el Capitolio, es de orígen indígena, de una tribu de Wisconsin, la Ho-Chunk Nation, ha trabajado en reservas naturales indígenas, es demócrata, veterana del ejército, lesbiana y miembro de LGBT.
Deb Haaland, demócrata del Estado de Nuevo México, miembro de la tribu Pueblo Laguna, activista comunitaria, promotora de la participación indígena en el voto, representa el ala más progresista de su partido y quiere ser la voz de los indígenas y nativos del suelo americano.
Dos musulmanas llegan al Congreso, ambas demócratas:
Ilham A. Omar de orígen somalí, musulmana, es diputada por Minnesota. Trabajó como activista siendo directora de Política e Iniciativa Mujeres, quienes organizan redes de mujeres.
Rashida Tlaib de Michigan, es estadounidense de origen palestino, también musulmana, fue senadora estatal en Michigan y ahora pasa al Congreso en Washington.
El Estado de Tennessee tiene su primera mujer en el Senado, Marsha Blackburn, republicana, empresaria y madre de dos niños, con amplia experiencia parlamentaria.
Ayanna Pressley, de Massachusetts, será la primer mujer afroamericana de este Estado. Fue la primera nujer afro en ser concejal de la Alcaldía de Boston. Otra afroamericana demócrata que representa a Connecticut en el Congreso es Jahana Hayes, la primera afro en tener un curul en la Nueva Inglaterra. Como Profesora se enfoca especialmente en la educación.
Algunos analistas consideran que esta gran presencia en la política de la mujer se debe a la imagen de Hillary Clinton, candidata a la Presidencia. Sin embargo, historicamente, varias fueron las mujeres que aspiraron a cargos y que tuvieron rol importante en la política en etapas anteriores, tanto republicanas como demócratas. Actualmente, las condiciones se han dado de manera impostergable.
Por otra parte, es verdad, que la mujer americana se ha empoderado en casi todas las carreras profesionales y en puestos de liderazgo, empresariales y de negocios. Así mismo, su participación como activistas sociales o en cargos políticos diversos.
Sea como sea, la mujer americana participa, hoy por hoy, de una manera activa en la política de los Estados Unidos y esta tendencia, parece que se ira acrecentando.