España 26J: siembra estéril de un miedo sin fundamento

Como si el CIS y otros sondeos fueran sismógrafos de los que anuncian terremotos bajo el mar y los de Unidos Podemos una coalición de olas que se estuviera preparando para inundar los hoteles donde descansa la civilización occidental en medio de la ruina, las portadas sistémicas han comenzado a decirnos lo que no tenemos que votar en España el día 26 de junio, que se acerca como un vértigo de luz, escribe Domingo Sanz, quien señala que el 20 de diciembre de 2015 quedó roto el entramado que sirvió para no tener que pensar durante años, resultó que a los grandes partidos se les habían oxidado las neuronas y, a la desesperada, decidieron forrarse la cara para ganar una ronda de más.

Domingo Sanz1

A pocos días para el 26 de junio de 2016, los de Sánchez (PSOE) no se han puesto de acuerdo ni para chuparse el dedo y comprobar la dirección del viento. Primero, molestos por las formas, rechazaron las llamadas de los de Iglesias para integrarse en el sistema establecido mediante un acuerdo con ellos. Les confundió el descaro, inevitable en toda juventud hambrienta que se quiere comer el mundo cuando su cinismo pesa un gramo menos que su osadía. Después, creyeron que las condiciones que ponían eran como Los Diez Mandamientos, sin pararse a pensar que nunca nadie los ha cumplido ni los cumplirá. Y ahora siguen igual, a la expectativa de la sorpresa que cada día preparan los desvergonzados para reconquistar las pantallas de la única manera posible, provocando.

A los de Rajoy (PP), para terminar de arreglar el follón que han montado entre todos y rodeados como están de policías y juzgados en pos de los ladrones a los que ha proporcionado oficio para repartirse a medias los beneficios, en lugar de sacrificar una pieza han preferido jugar con fuego. No se han dado cuenta de que en los incendios justicieros siempre pierde más el que más tiene, y esta vez son ellos.

Con el miedo metido en el cuerpo por lo que no son más que los efectos pasajeros de un tiempo revuelto, los mastodontes demuestran que, o no han aprendido nada o lo han olvidado todo y, desde “Venezuela” hasta “socialdemocracia”, siguen cayendo en la trampa de hablar de Podemos y, a veces, con sus mismas palabras. Con ello solo consiguen amontonar a favor simpatías y adhesiones. Si en un país como el nuestro, que decidió matarse a sí mismo por un quíteme usted de en medio ese Frente Popular por muy legal que sea, aparecen los defensores a ultranza de la propiedad privada pidiendo a gritos que los que pueden gobernar dentro de cuatro días sean comunistas, ruego a quien esté leyendo esto que no salga huyendo de España ni aunque tenga dinero. A partir del 26 de junio batiremos los records mundiales de creatividad política, subirá nuestra cotización como la espuma y viviremos orgasmos magistrales, con o sin sexualidades.

Se oyen, desde las filas confundidas, voces que piden un replanteamiento, pero ya no hay tiempo.

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Xulio -Formoso: Iglesias y Garzón

En cambio, estos jóvenes y alegres a los que los instalados acusan de disfrazar con sonrisas y corazones su manzana serpentina, son los únicos que han mejorado la oferta electoral contratando personal para aumentar la plantilla. Han corregido el error anterior sin dignarse, nunca lo hicieron los triunfadores, a entonar el “mea culpa”, y han invertido en España comprando el mejor activo que había en el mercado: un millón de votos, y sin soltar un euro por adelantado. Iglesias (Unidos Podemos UP) podrá tener toda la conciencia social que quiera, pero resulta que nos está saliendo tan negociante como la mejor posible de varias generaciones de acaparadores de botines, y con la desventaja de que no puede actuar a escondidas, entre las oscuridades de los únicos paraísos que existen. No es necesario destacar que el acuerdo que ha permitido poner una U delante de una P transmite mejor la decisión de crear empleo que cualquier palabrería que prometa millones de puestos de trabajo, incluso aunque la proclamen ellos. Es la fuerza imbatible del ejemplo. Sobre la sonrisa que decía, todo el mundo sabe que ese gesto es la forma natural del optimismo sincero. Si no, que opongan la de Montoro, pero antes quiero que Ana Oramas, la canaria que se negó a colaborar con don Cristobal en el hundimiento de España, nos certifique si su rictus, tan particular, es de alegría o de maldad.

Lo cierto es que Iglesias, esto ya lo he dicho en otro sitio, fabrica política de autor, y ha conseguido un filón de seguidores que sienten como si le compraran un cuadro con el dinero que les cuesta un voto, sus impuestos, cosa que ningún otro les da. Contra eso no hay miedo grande que rompa la ilusión por decorar una pared pequeña que, aunque sea imaginaria, es la tuya.

Todo les está saliendo bien, también hay varias frases hechas para esto. Si ellos cambian en dos días de ideología política, cosa a la que ahora llaman etiqueta en lógica con la mercantilización que nos rodea, a los suyos les parece que es la natural adaptación al entorno, mientras que en los demás provocaría huidas en masa y desconcierto general. Y si se vistieran de lagarteranas empezaría a proliferar el disfraz, pero los otros intentarían convencernos de que siguen siendo los mismos. Siempre que no les preguntemos.

Sí, me ponen de los nervios las decisiones electorales que se construyen a base de flashes viscerales, pero entre algo de desmadre y el miedo, preferiré siempre lo primero. Además, miro hacia atrás y me pregunto quién, cuántas veces y cuándo nos ha solicitado inteligencia en la hora electoral. Y quién, cuántas y cuándo nos ha pedido opinión para tomar decisiones que no sean las de elegir intermediarios que después harán lo que quieran o puedan, que nunca conseguimos saber cuánto de cada qué. Y qué es lo que ha alimentado y protegido tanta corrupción, si no son estómagos agradecidos y tan cómplices como ciegos ante el delito. Y sobre la historia, la ética y los principios, ¿acaso no  hemos pisoteado, indiferentes y crueles durante más de treinta años, el suelo de un subsuelo lleno de muertos, que no quisimos desenterrar ni cuando teníamos dinero suficiente para construirles mausoleos? ¿Qué película nos hemos perdido de tantas en las que los asesinados regresaban para pedir la cuenta? ¡Si es que ocurre en todas, que solo cambia el disfraz con que se presentan!

Si, se pongan como se pongan los que dibujan con los colores del miedo editoriales y portadas, me temo que de eso la gente ya no tiene. Entre otras cosas porque no se piense Pablo, ni nadie, que se le va a consentir lo mismo que a Felipe, el que más se le parecía durante la edad de renunciar al marxismo, crisis interna incluida y golpe de estado general y salvador acto seguido, gracias también a los votos comunistas que atrajo sin necesidad de pacto, la historia nunca se repite exactamente igual.

La sociedad española, confusa como estaba entonces por una alegría que no se supo ganar, se tuvo que recomponer sin dignidad repartiéndose el regalo que le acababa de conceder la madre Naturaleza, cuando por fin se decidió a parar el reloj de la peor de sus malas hierbas.

Otros le llamaron a eso “nuestra ejemplar Transición” para, con ello, destilar en las mentes la indecencia de que toda la lucha anti franquista había estado de más. Pues hoy, cuarenta años después, no vende lo suficiente como argumento electoral. Me he puesto a escribir esto porque mucha gente se pregunta, y yo también, cómo es posible que en dos momentos históricos tan parecidos como lo son dos transiciones importantes, los paladines que se abanderan con el ejemplo de la primera no triunfen en la segunda. Creo que Albert Rivera (Ciudadanos) también se lo pregunta.

Si, tampoco le tengo miedo a Unidos Podemos porque en la virtud de agrupar variopintos que quizás les lleve a la victoria reside también la penitencia. Ya dio sus primeros avisos en la anterior refriega, recordemos los malos entendidos a la hora de formar grupos parlamentarios. La diversidad que convive en nuestro país está bien asentada en cada uno de sus territorios, y nada menos viable que intentar reconstruir desde Madrid otro centro dominante. No solo ni se lo ha planteado el gobierno del PP en 2012 y 2013 con la gran ayuda de la crisis y la presión para recortar duplicidades y gastos, sino que solo con sus maneras han conseguido poner en peligro lo que tenemos.

Si, también sin miedo y aunque fuera por desgracia. Lo cierto es que vivimos en equilibrio inestable gracias a un lío indescifrable formado por intereses innumerables y entrecruzados, grandes, pequeños y medianos que nos importan a todos. No hay en este momento mago ni fantasma que se atreva a cambiarlo, y menos aún por nuestra propia cuenta y riesgo, tan endeudados como estamos. Presuma de lo que presuma el protagonista, que en realidad no presume tanto, y aunque se dé la paradoja, otra, de que coincide con sus adversarios en que le acusan de aquello que presume.

Sí de momento, pero definitivamente sin miedo.

  1. Domingo Sanz es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense

3 COMENTARIOS

  1. Totalmente de acuerdo con Toxo y Domingo Sanz, esa caricatura es lo mejor en caricaturas que he visto en años. Una obra de arte por derecho propio. Pero eso no le quita valor al artículo de Sanz sino que más bien lo revaloriza y refuerza. El artículo esta muy bien escrito y con la medida justa de sobriedad y contundencia.
    Solo una observación que comparto también con Toxo: me hubiera gustado ver ese dibujo en grande pero supongo que eso depende del montador de página y no del escritor ni del artista.

  2. Me sumo a la opinión de Toxo por lo que se refiere a la caricatura de Xulio Formoso, con toda seguridad responsable de la mayoría de las visitas de los lectores. Gracias Toxo, por el comentario, que me anima a seguir adelante, y a Periodistas en Español por acoger mi artículo.

  3. Certero y excelente artículo de Domingo Sanz. y verdaderamente genial la caricatura de Xulio Formoso. Me hubiera gustado verla a un mayor tamaño para apreciarla en todos sus detalles.
    Este caricaturista es un artista fuera de serie.

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