El precio del petróleo ha bajado en los mercados internacionales y el euro se ha apreciado lo cual ha permitido una bajada de precios de las gasolinas el pasado mes de mayo, en el que el IPC bajó a 1,9 %, en un contexto de subida de precios en la hostelería debida la demanda del turismo, que paradójicamente se acompaña de una bajada del salario hora en el sector, según el análisis del profesor José Carlos Díez[1].
El IPC subyacente que elimina precios de alimentos y energía sigue en el 1 % muy lejos aún del 2 % objetivo estabilidad de precios consistentes con el pleno empleo del BCE. Lo que enseñamos a los alumnos en la universidad es que la dinámica de inflación depende de los costes de las empresas y de su poder de fijación de precios. Y a eso hay que sumar las expectativas que, como nos enseñó Keynes en su Teoría General, juegan un papel determinante en la economía.
Los costes salariales siguen estancados. Suben ligeramente en la industria 0,8 % y caen en servicios y en construcción. Por lo tanto no hay ninguna presión de costes para que las empresas tengan que aumentar los precios.
La tasa de paro sigue siendo muy elevada y a pesar del fuerte crecimiento del empleo hay un ejército de reserva de mano de obra y eso reduce el margen de los trabajadores para subir salarios. Además, la reforma laboral permite a las empresas descolgarse del convenio sectorial y mantener los salarios congelados sin condicionalidad.
Más preocupante es el dato de la evolución de los salarios por hora efectiva trabajada, que cayeron un 4 %. La deflación salarial se concentra sorprendentemente en el sector de hostelería donde la demanda de empleo crece un 8 % (el triple que el crecimiento del empleo en el sector turístico mundial).
En ese sector en España los ingresos ya superan los de 2008, las empresas ya están subiendo precios pero la combinación de elevada tasa de paro y reforma laboral explican que los salarios sigan cayendo. Salarios bajos condicionan la motivación de los trabajadores, afectan a la calidad del servicio y limitan subir los precios para crear más empleo y subir salarios.
Empleo en la Eurozona
El empleo creció 0,4 %, dos décimas menos que el PIB que lo explica el aumento de la productividad. El crecimiento del empleo sigue en niveles similares a los del pasado año. Destaca Portugal con un crecimiento del empleo del 3,3 % anual y un 4 % anualizado en el 1tr17, por lo tanto la economía acelera su crecimiento. Los ajustes de 2016 permitieron cumplir el objetivo de déficit y en 2017 la política fiscal portuguesa ha dejado de ser restrictiva. Con la recuperación del crecimiento la prima de riesgo ha bajado y eso ayuda a minorar la restricción de crédito.
Y España es su principal cliente de exportación por lo que Portugal es la mayor beneficiada del crecimiento de nuestra demanda interna. Para España Portugal es su cuarto cliente de exportación y el beneficio de la recuperación es mutuo.
El empleo en España crece 0,7 % por encima de la media pero ya hay once países de la UE donde el empleo crece más que España. En Alemania el empleo crece 0,5 %, en Francia 0,2 % y en Italia 0,3 %.
La producción industrial de la eurozona, eliminando el efecto estacional, creció un promedio del 0,5 % en marzo y abril. Por lo tanto, la recuperación de las exportaciones que se produjo en el 1tr17 continúa al inicio del 2tr17.
La recuperación del comercio mundial la está liderando Asia, principalmente las importaciones chinas que crecen más que las exportaciones y Alemania es el país más beneficiado de la Eurozona. Luego las multinacionales alemanes aumentan su demanda de bienes intermedios de otros países, principalmente España y la Europa del Este y la recuperación del comercio mundial se expande a todo el área.
- Economista, editor del blog http://www.jcdiez.com/