Quizá ha sido una casualidad, pero éstas no existen cuando se habla de donaciones. Pablo Ráez el malagueño de 20 años que nos retó a donar para llegar al millón de donantes de médula, aunque ya no está con nosotros, nos dejó un legado que está más vivo que nunca. Bajo la #retounmillon los españoles se lanzaron a donar médula y estos son los resultados:
En España han crecido un 26 % en las donaciones de médula respecto a 2016, año en el que falleció Pablo. 340.000 voluntarios han sido registrados y harán que, si se sigue con este reto, los objetivos que se fijaron para 2020 se cumplan en 2018.
La Organización Nacional de Trasplantes se ha sorprendido y ha visto inscritos 55.796 voluntarios nuevos de enero a julio del año en curso; es decir, unas 8.000 personas de media al mes, 256 al día. El Ministerio de Sanidad también ha aportado una importante campaña y ha destinado un total de 4,15 millones de euros para desarrollar el plan de donaciones de médula y el registro español de donantes de médula ósea (REDMO), en donde se han superado todas las expectativas.
Los nuevos donantes son la mayoría mujeres de edad media comprendida entre 33 y 35 años. Se vuelve a recordar en la campaña informativa a la hora de donar, que los donantes ideales son jóvenes sanos que estén entre los 18 y los 35 años y deben pesar al menos 50 kilos. Los beneficiarios de estos donantes padecen leucemia aguda, linfoma y mieloma múltiple. En cuanto a niños se refiere, la leucemia es el cáncer infantil más frecuente y supone un 30 % de las enfermedades hematooncológicas pediátricas.
Es importante recordar que el paciente no debe haber tenido enfermedades cardíacas, hepáticas, autoinmunes, infecto-contagiosas o neoplásicas. Las donaciones* se realizan mediante citoaféresis o donación de sangre periférica y una vez hecha se administra al paciente como si fuera una transfusión de sangre. Las células madre anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor y producirán células de la sangre sanas.
La solidaridad de los españoles se ha visto de nuevo señalada en toda Europa, y ha permitido que aumenten las posibilidades de los pacientes con esas patologías, ya que tras someterse a un trasplante tienen la inmensa posibilidad de salvar su vida; una vida que Pablo no logró conservar.
Unos 15.000 casos son detectados cada año y hacen imprescindible las donaciones, sobre todo, la concienciación de que es simple, no duele y no deja secuelas al donante, salvo los síntomas de una gripe. Si no es donante, ¡hágase! Es un reto y salvar vidas es algo indescriptible cuando sucede.