El estreñimiento es un síntoma que consiste en la reducción de la frecuencia y del peso de las deposiciones, que adoptan una consistencia dura que dificulta su evacuación. Según la Organización Mundial de Gastroenterología, existen pacientes diferentes que tienen percepciones distintas del estreñimiento, y lo describen como un esfuerzo excesivo para defecar, sensación de evacuación incompleta, deposiciones duras, imposibilidad de defecar cuando se desea y/o disminución de la frecuencia de las deposiciones semanales.
Si la frecuencia normal en una población sana oscila entre tres por semana o tres por día, si son expulsadas sin dificultad, desde el punto de vista clínico estaríamos hablando de estreñimiento si una persona no defeca tres deposiciones por semana, son duras en más del 25 % de las deposiciones; tienen una sensación incompleta de evacuación; crean un esfuerzo excesivo en más del 25 % de las deposiciones o necesitan ayudas para evacuar normalmente.
A pesar de la dieta mediterránea, España tiene una prevalencia de estreñimiento del 16 % y es más frecuente en las mujeres y sobre todo a partir de los 40 años. Las situaciones de estrés, los cambios de hábitos, los viajes si son habituales etc, pueden generar cambios en la motilidad gastrointestinal que pueden dar lugar el ERGE (Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico); el síndrome del intestino irritable o la dispepsia funcional.
Entre las diversas causas que pueden generar estreñimiento existen aquellas que tienen lugar si se abusa de diuréticos, benzodiacepinas, anticolinérgicos, antiparkinsonianos, antidepresivos tricíclicos, anticonvulsionantes, antihipertensivos, antiácidos, ácido fólico, suplementos de hierro o calcio, colestiramina o simpaticocominéticos. De igual forma si se padecen enfermedades crónicas tales como las neurológicas, endocrinas, se tienen prolapsos rectales, se ingiere poco líquido o se consume poca fibra, es normal que se predisponga al paciente a tener estreñimiento que se resolverá solamente con la dieta.
Comer despacio, aumentar poco a poco la ingesta de fibra, masticar bien, practicar ejercicio y sobre todo abdominales, en definitiva, activar la motilidad intestinal puede resolver un episodio transitorio pero no crónico de estreñimiento.
Como en todas las cuestiones que tienen que ver con la salud, no debe tomar laxantes sin habérselo prescrito un médico si bien puede aumentar la ingesta de fruta y verdura y fibra, con moderación, además de líquidos a lo largo de varias semanas. Si esta situación no se resuelve espontáneamente, debe acudir a un médico porque tener estreñimiento crónico sin saber la causa puede hacer que tenga una obstrucción intestinal que puede generar un cuadro complicado de resolver a priori.
La recomendación de aumentar la ingesta de fibra dietética debe evitarse en enfermos con impactación fecal, con megacolon idiopático o con lesiones anatómicas obstructivas.
El uso crónico de laxantes puede destruir las neuronas del sistema nervioso entérico, lo que provoca un deterioro de la motilidad, dilatación colónica, empeoramiento del estreñimiento y disminución de la efectividad de dichos tratamientos.
Nunca se automedique aunque sea algo tan fácil como tener o no tener estreñimiento en horas. En cualquier caso, si lo ha hecho ya, consulte con su médico de atención primaria y coméntele qué laxante ha utilizado porque pueden condicionar otras medicinas que actualmente tenga pautadas.