El gran maestro de ajedrez cubano Román Hernández Onna falleció el 1 de junio en La Habana a los 71 años. Era mulato y muchos lo consideran el primer jugador de raza negra en obtener el título de gran maestro, en 1978.
El ajedrecista había luchado los últimos años contra una enfermedad degenerativa que se agravó con problemas respiratorios en las últimas horas.
Nació en Santiago de Cuba en el año 1949. Obtuvo el título de Maestro Internacional en 1974, tras cumplir los requerimientos en competiciones en Varna, Bulgaria y Novi Sad, en la entonces Yugoslavia.
Tres años más tarde recibió el título de Gran Maestro, el más importante que otorga la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), tras cumplir los requisitos en torneos de Las Palmas en España y Santa Fe, en Colombia.
En aquella época, los años setenta del pasado siglo, Cuba alcanzó la cifra de cinco grandes maestros, además de Hernández, previamente lo obtuvieron Silvino García Martínez en 1975, Guillermo García González (1953-1990) en 1976 y Amador Rodríguez Céspedes en 1977 y posteriormente, Jesús Nogueira Santiago en 1979.
Hernández participó con Cuba en ocho olimpiadas mundiales, en un periodo de veinte años (1970, 1972, 1978, 1980, 1982, 1984, 1988 y 1990) y fue campeón nacional en 1982. Su clasificación Elo más destacada fue de 2500 puntos.
Durante su carrera, además de destacar en diferentes torneos, se impuso a importantes ajedrecistas como Mijaíl Tal (1936-1992) en Las Palmas en 1977 y en dos ocasiones a Efim Geller (1925-1998) y Bent Larsen (1935-2010), de ellas, la más destacada con negras, en Baleares en 1989.
También contaba con el título de entrenador FIDE desde 2014. Era conocido por su carácter afable y gran conocedor del ajedrez.
El árbitro y asesor de la Comisión Mundial de Ajedrez Educativo, el venezolano Uvencio Blanco, declaró sobre el fallecido: «Además de su reconocida humildad, es uno de los ajedrecistas americanos con mayor cultura y comprensión del ajedrez».
Aunque la prensa anglosajona, al igual que copió el término ‘Mozart del Ajedrez’ para Magnus Carlsen, y cuyo origen es el campeón del mundo cubano José Raúl Capablanca (1888-1942) también propagó que el primer gran maestro de raza negra es, desde 1999, el estadounidense-jamaicano, Maurice Ashley.
Con respecto al gran maestro del ajedrez, ¿ es necesario decir de raza negra? Porque nunca dicen tal o cual ejedrecista era o es de raza Blanca?
Yo sí creo necesario e importante decir que era de raza negra, pues cuando se despoja de la titularidad a alguien hay que ir en rescate de esa honra. Fue el primero del mundo en una etapa donde el juego estaba encasillado para personas blancas y sobre todo europeas. Ni negros ni asiáticos destacaban en la década de los 70. A ello se le atribuyó razones sociológicas diversas, entre otras la superioridad del pensamiento y la inteligencia anglosajona. Además si la prensa ajedrecística internacional se hizo eco del afronorteamericano Maurice Ashley como el primero de raza negra, siendo este un dato falso, ¿por qué no ir en rescate de la verdad?
Cuba es el país del mundo que más Grandes Maestros negros y negras tiene en el mundo. La razón, un programa social que no discriminó y creyó en la posibilidad e inteligencia de todos. Honor a quien honor merece.