¿Qué les voy a decir que ustedes no intuyan?
El realizador estadounidense Garry Marshall, quien alcanzó su momento de gloria con “Pretty Woman” y tiene la especialidad de ir recorriendo el calendario y elegir las fiestas “más entrañables” para dedicarles una película, llega ahora a los cines españoles con “Feliz día de la Madre” (anteriormente fueron “Historias de San Valentín” y “Noche de fin de año”) justamente en vísperas de esa fiesta creada por los grandes almacenes y de la que tantas madres reniegan exactamente hasta el momento en que su pequeño llega de la guardería con el consabido marco de macarrones pintados; entonces todo es emoción y buen rollo en casa, aunque sigue siendo igual de kitsch y portera.
Y así exactamente, como un trabajo manual de papier maché o macarrones, es la película en la que Garry Marshall repite experiencia por cuarta vez con Julia Roberts, su actriz fetiche, la que le asegura un éxito de taquilla. Para añadir papeletas al bombo de la suerte, en la película intervienen igualmente Jennifer Aniston y Kate Hudson, dos rubias con gancho que, en este caso, son el contrapeso colorista de una Roberts pelirroja.
Jason Sudeikis –pareja de éxito con Aniston desde “Somos los Miller”, repiten por quinta vez- completa el reparto de esta agridulce comedia de amores, desamores, rupturas y recomposiciones, mujeres luchadoras y torpes, profesionales y amas de casa que, al acercarse el Día de la Madre cruzan sus destinos; también con el de un hombre, al que todas consideran encantador, y quieren volver a emparejar.
En ese momento la pantalla se llena de globos de colores y niños encantadores en una gran fiesta. En suma, el tipo de películas a que nos tiene acostumbrados Jennifer Aniston desde que se hizo mayor y se acabó la serie “Friends”, y Julia Roberts a lo largo de toda su carrera (salvo honrosas excepciones como “Magnolias de acero” o “Erin Brockovich”).
Por cierto, que en el terreno del cotilleo, las dos actrices no han coincidido ni un minuto en el rodaje de “Feliz día de la madre”. La única secuencia en que se dan la réplica la rodaron por separado, utilizando dobles para el contracampo.
“Mamá se merecía más” titula la reseña de El periódico de Catalunya. O quizás menos, digo yo. Mamá no necesita confeti y serpentinas, ni absurdos gorritos y matasuegras.