Fortune Cookie y Hard Candy en el Centro Dramático Nacional

Las creaciones de los directores Carlota Ferrer y Julián Fuentes Reta, ambos premios Max por separado en la pasada edición, dan el salto del laboratorio privado al escenario público.

El 10 de junio de 2015 se presentaron en el Teatro Valle-Inclán de Madrid (CDN) Fortune Cookie y Hard Candy, dos de los cuatro proyectos de creación privada que han podido levantarse este año en los laboratorios de Lazonakubik, gracias a la productora La Zona.

Este salto de lo privado a lo público, esta imbricación de ambos organismos en un interés artístico común, arranca elogios y orgullos en cuantos artistas han trabajado durante 5 meses en la maduración de ambos proyectos.

Que el laboratorio privado Lazonakubik se haya puesto a la altura del Laboratorio Rivas Sheriff, del CDN, y que ahora puedan trabajar uniendo esfuerzos en estos proyectos creativos próximos a estrenarse en el Valle-Inclán, es algo que emociona tanto al veterano actor Joaquín Hinojosa, como al joven director Julián Fuentes Reta.

Ambos hicieron de narradores de esta emoción y agradecimiento «casi» inenarrables y es difícil no contagiarse del entusiasmo de unos creadores contentos y entusiastas de la oportunidad que se les da al ponerles a trabajar en algo cuya consecución se desconoce pero con la seguridad de recibir un sueldo por crear durante 5 meses sin más preocupaciones materiales: «es grato ser tratado como un trabajador, que es lo que al fin y al cabo somos, y recibir tu paga a fin de mes para que no tengas que levantarte con sobresaltos ni dedicar tu tiempo a otras cosas. Mientras creas, no puedes pensar en cómo ganarte la vida, aunque muchos lo hayan hecho con éxito a lo largo de la historia».

Apadrinados por la productora La Zona, Fortune Cookie y Hard Candy, los dos afortunados proyectos, llegan este mes de junio al Centro Dramático Nacional.

Fortune Cookie, que estará en el Teatro Valle-Inclán del 11 al 21 de junio, debe su autoría a José Manuel Mora (quien también fue premio Max, junto con Carlota Ferrer, directora, la pasada edición). Bajo la dirección de Carlota Ferrer, los actores Joaquín Hinojosa, Alba Celma, Esther Ortega, David Picazo y Alberto Jo Lee escenifican un cruce en las vidas donde se tocan los temas fundamentales: la paternidad, la deshumanización, el amor y el propio teatro (la propia creación), pues en la metateatralidad “hay una apuesta decidida por hacer al espectador consciente de la convención del texto». Es Carlota Ferrer quien así habla, y remata: “Me gusta incidir en esa idea que lanza el personaje de la mujer china: el teatro debe llegar allá donde la ley no alcanza.”

El otro proyecto, Hard Candy, del autor americano Brian Nelson con dirección de Julián Fuentes Reta, ya fue llevado al cine en 2005 por el director David Slade. En esta puesta en escena, serán los actores Olivia Delcan y Agus Ruiz quienes den vida a dos jóvenes que llevan semanas chateando y flirteando por la red. Cuando por fin deciden encontrarse en la vida real, descubren que ella tiene 14 años y él 32. Ella le convence a él para pasarse por su apartamento con la excusa de escuchar un concierto, aunque sus planes son desenmascararlo como pederasta y asesino de otra joven. Un pulso de vida y muerte que veremos en el Valle-Inclán del 25 de junio al 5 de julio.

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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