“Fotógrafos ‘BBC’ se les ha venido llamando despectivamente, en alusión a que su oficio se limitaba a hacer fotos de ‘bodas, banquetes y comuniones’. Pero vele ahí que de un tiempo a esta parte prolifera como la espuma el término ‘fotoperiodismo de bodas’. Creada en 2002, la Wedding Photojournalist Association (WPJA en sus siglas en inglés) es una entidad con una tan inopinada como desproporcionada influencia mediática por obra y gracia de un posicionamiento ‘de libro’ en los motores de búsqueda en internet.
Asociar el trabajo de encargo de realizar un reportaje fotográfico de bodas con hacer fotoperiodismo parece ciertamente una exageración y un despropósito, y lo es más que cumplidamente.
El fotoperiodista cuenta en imágenes una historia de acuerdo a su visión personal o la del medio; en cualquier caso, hace fotografía informativa de interés público en la que las personas que aparecen están en las fotos porque forman parte de algún modo de la historia en cuestión.
En cambio, el profesional de la ‘fotografía social’ -eufemismo amable con que se vino a llamar a los fotógrafos ‘BBC’-, no realiza imágenes informativas de interés público, sino ‘consumada.e la palabra fotoperiodismo, photojournalism, esrque forman parte d ela historia en cuesti fotografía comercial de encargo pura y dura en la que los modelos no son el objeto de ‘información’, sino los sujetos y clientes privados del encargo.
La perversión del uso de la palabra ‘fotoperiodismo’ asociada a la fotografía de bodas, weddng photojournalist en este caso, está consumada.
Así las cosas, en 2005 la WPJA va y sube de nivel el asalto, creando un ‘grupo especial’ de fotógrafos de bodas auto definidos como ‘fotoperiodistas’ al que añade la advocación al arte: la ‘sección artística’ de la WPJA: Artistic Guild of the WPJA Artistic Photojournalism. Con ella David Roberts, el fundador de la asociación, perpetra la cuadratura del círculo de esta inaudita ceremonia de la confusión: añadir al de ‘fotoperiodistas’ a los fotógrafos de bodas el calificativo de ‘artistas’.
En este escenario de inopinado tránsito de aquella manera de la fotografía ‘BBC’ al ‘fotoperiodismo’ y de ahí aun al ‘arte’, los fotógrafos del ‘acomplejadillo’ gremio de la Social Photography a la vista está que han dejado de valorar en su justo término su trabajo. No hacen fotos informativas impersonales y efímeras en los medios para lectores anónimos que al poco las olvidarán, sino fotos personales para clientes con cara y ojos que serán ni más ni menos que el tesoro que se llevarían consigo a cualquier precio de sobrevenirles una catástrofe.
Ninguna otra cosa hay más valiosa para las personas que los álbumes fotográficos de sus momentos personales más felices para recordar toda la vida. No mancillen la grandeza del álbum personal de fotos de boda llamándolo ‘fotoperiodismo de bodas’, por favor. No es ‘fotoperiodismo’ ni ‘arte’, sino algo mucho más sublime: los foto recuerdos personales.
Sonimagfoto entrega los Premios World Wedding Photo
Bueno, yo pienso que como todo, la fotografía ha evolucionado. Mejores cámaras, mejores medios de comunicación…, redes sociales…, blogs…, etc… Todo ello crea a un público mucho más exigente y a la vez preparado. Pienso que el termino fotoperiodismo de bodas está siendo tan usado que más temprano que tarde caerá en desuso a beneficio quizás de otra terminología. En mi opinión, cuando comenzó a oírse esa denominación, quizás si que esas fotografías pareciera que transmitieran algo más…, quizás un enfoque más creativo…, no se.., pero, realmente pienso que hoy en día esto es algo más comercial que otra cosa.