Una buena parte de los reportajes sobre conflictos internacionales publicados en medios de comunicación por el periodista canadiense François Bugingo eran productos literarios sobre noticias «que había leído en alguna parte».
Según informa Isabelle Hachey en La Presse, François Bugingo, de 41 años y originario del Congo, ha inventado la mayor parte de sus reportajes internacionales en los últimos veinte años, afirmación hecha después de comprobar que no estuvo presente en sucesos que contaba en primera persona en Afganistan, Argelia, Bosnia, Colombia, Irak, Liberia, Libia, Mauritania, Ruanda, Sierra Leone, Somalia o Sri Lanka.
Entre los medios afectados por este fraude de François Bugingo están Radio-Canada de TVA, Télé-Québec, radio 98.5 en Quebec, Devoir y Journal de Montréal, que aseguran haber suspendido sus colaboraciones.
Bugingo tuvo que rendirse a la evidencia de los datos obtenidos por La Presse en una entrevista publicada el 15 de mayo de 2015 reconocía no haber estado nunca en Misrata, después de haber evocado para la entrevistadora las «dolorosas escenas» contempladas por las torturas aplicadas por las milicias de la villa: «Non, je ne suis pas allé à Misrata»… «Non, non, non. J’ai dû le lire quelque part».
Este fraude en el trabajo profesional de François Bugingo afecta a dos organizaciones que le tenían como miembro asociado o en puestos de relevancia, como la Federación de Periodistas de Quebec y Reporteros Sin Fronteras (RSF), organización de la que fue presidente de la sección Canadiense y vicepresidente internacional.
Para RSF, François Bugingo afirma haber participado en misiones sensibles para negociar la liberación de periodistas secuestrados en diversos países del mundo, actividades que han negado dirigentes de varías épocas de la ONG: «jamás ha tenido el mandato de negociar la liberación de secuestrados», confirmó Hervé Deguine, antiguo secretario general adjunto de RSF.
El fundador de RSF, Robert Ménard, se muestra más indulgente sobre Bugingo: «cuando le pedí colaborar con RSF, siempre hizo bien las cosas», aunque admite que presentaba «una visión novelesca de las cosas».
François Bugingo es asimismo miembro de la Fédération professionnelle des journalistes du Québec, que exige a sus miembros «asegurar la veracidad de los hechos que informan», organización que ha señalado en un comunicado que las acusaciones «manchan la credibilidad de la profesión de periodista» y «dada la gravedad y el carácter sistemático de los errores recriminados», la directiva de la FPJQ le ha invitado a «explicarse».
En caso de considerar vulnerados los principios deontológicos de la organización, la FPJQ puede imponer una sanción de suspensión temporal o definitiva, decisión que hará pública en los próximo días.