«En los últimos días han matado a un niño cada hora”, ha declarado a la BBC Valerie Amos, jefe de las operaciones humanitarias de la ONU en Gaza, el 24 de julio de 2014.
Desde hace 17 días, Israel y Hamas mantienen abierto un combate desigual en el que los civiles, y especialmente los niños palestinos, están siendo las primeras víctimas, informa el digital Aufait.
“La realidad de Gaza –a continuado Amos- es que se trata de un territorio superpoblado. El 44% de la zona ha sido declarado zona prohibida por el ejército israelí; no quedan por tanto muchos lugares para que la población pueda refugiarse”.
Cientos de casas y edificios civiles -incluidas varias escuelas, en una de las cuales estaba instalado un grupo de refugiados- han sido destruidos o se encuentran gravemente dañados en la franja de Gaza y más de 140.000 palestinos se han visto desplazados desde el comienzo de la ofensiva israelí, según las cifras estimadas por Naciones Unidas. En los 17 primeros días del conflicto han muerto 730 palestinos; en el mismo período de tiempo han resultado heridos 34 israelíes de los que solamente 2 han fallecido, además de un trabajador tailandés que el día 23 fue alcanzado por un misil anticarro.
El 74% de las personas muertas hasta ahora eran civiles, y un tercio de ellas niños. “El trauma que están viviendo es terrible », insiste Valerie Amos.
En Ginebra, y con el único voto en contra de Estados Unidos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha decidido enviar una misión a Gaza para investigar los «crímenes de guerra» cometidos por Israel. Por su parte, el representante de Hamas en el exilio, Khaled Mechaal, ha declarado en Doha que aceptaría el alto al fuego propuesto por Egipto siempre que “cese la agresión y se levante el bloqueo” impuesto por Israel a Gaza desde hace ocho años.