“Genezis”, de Arpád Bogdán, esa extrema derecha que crece en Europa

«Genezis», dirigida por Arpád Bogdán (“Happy New Life”), obtuvo el premio a la mejor película en la pasada edición de Cinemajove de Valencia

Genezis-cartel “Genezis”, de Arpád Bogdán, esa extrema derecha que crece en Europa“Genezis”, un drama inapelable en forma de tríptico que nos muestra los efectos devastadores del racismo en Hungría, donde no solo hay un presidente xenófobo y ultraderechista, sino que está creciendo una extrema derecha absolutamente bárbara que, como nos enseña esta película, ha empezado matando gitanos…y ya veremos hasta donde llega.

Tres vidas se entrelazan en un país en ruinas sociales. Ricsi, un niño que vive la persecución étnica; Virak, una adolescente embarazada que intenta averiguar cuál es su lugar en el mundo, y Hanna, una abogada que no ha superado el fallecimiento de su hija. Las tres basadas en historias reales cuyo nexo es la familia.

Drama político con el trasfondo de esa Hungría que, a juzgar por la información que nos llega en los medios occidentales, se ha convertido en un reducto ferozmente nacionalista y opuesto por principio a cualquier iniciativa efectuada en el marco de la Unión Europea.

La visión que el realizador Bogdán nos traslada de su país es aun más sombría de lo que imaginamos, que ya es bastante negativa ante la evidencia de que, en los últimos años, a partir de la caída del imperio soviético, Hungría, el pueblo húngaro, está sometido a un régimen de abrogación de derechos. Y, por ende, de desaparición de certezas.

Película de denuncia con tres protagonistas marginales –un niño perteneciente a una minoría étnica históricamente vilipendiada (en Hungría y en otras latitudes), una adolescente abusada por su padre en la infancia y enamorada del dueño de una perrera ideológicamente situado en el extremo más extremo, y una madre cuya hija ha muerto (y ya sabemos que ninguna madre sale indemne de ese trago)–, cuyas vidas convergen en algún momento –la casa de Ricsi ha sido atacada por extremistas con perros entre los que se encuentra el amante de Virak; la abogada se ocupa de sus “casos”– lo que la convierte en una suerte de panfleto muy subjetivo, lo que en absoluto significa que no tenga razón en sus acusaciones, aunque no estoy segura de que haya elegido la mejor forma para hablarnos de odio y de miedo.

El final tiene esas gotas de esperanza necesarias para que podamos imaginar un futuro distinto del presente.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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