Tres asociaciones francesas que defienden los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB) han denunciado ante el Tribunal Penal Internacional a Ramzan Kadyrov, presidente de Chechenia, por delitos contra los homosexuales.
Las asociaciones Stop Homophobie, Mousse y Comité Idaho France, han denunciado al presidente checheno como “organizador de campos de tortura con voluntad de exterminio de los homosexuales”.
En el país caucásico, la homosexualidad se considera un tema tabú y no son pocas las voces que incitan a los familiares a matarles “para lavar su honor”. Algunas fuentes aseguran que al menos dos personas han sido asesinadas por sus familiares y una tercera ha fallecido a consecuencia de las torturas a que fue sometida.
A mediados de abril de 2017, el semanario ruso Novaya Gazeta publicó una investigación sobre las cárceles secretas chechenas, donde permanecen encerrados más de un centenar de homosexuales. Algunos de ellos, que han conseguido escapar y llegar a Moscú, aseguran haber recibido golpes y vivir en un estado de terror por miedo a que sus familias les encuentren.
Amnistia Internacional (AI) –que ha puesto en marcha una petición en línea “Stop a la homofobia en Chechenia”, que reproduce la información de Novaya Gazeta, informa de que las autoridades chechenas las niegan con palabras que son amenazas homófobas (Alvi Karimov, portavoz del presidente Kadyrov, asegura que en Chechenia no existen homosexuales: “Nadie puede perseguir y encarcelar a personas que no existen en el país”) , y se hace eco de la noticia que llega de Moscú donde finalmente se ha nombrado una comisión “independiente” para investigarlas.
Fuentes confidenciales han revelado a AI que los detenidos y torturados fueron forzados a denunciar a otras personas LGTB, que los “secuestrados” son más de un centenar de hombres sospechosos de ser homosexuales y que al menos tres de ellos han muerto a manos de sus propios familiares. Según informa las agencias internacionales, tras la oleada de detenciones la mayoría de los homosexuales chechenos han cerrado sus cuentas en las redes sociales y otros muchos están intentando huir y buscar refugio en países vecinos.
Hechos confirmados por la organización Human Rights Watch en un comunicado: “Multitud de fuentes independientes sobre el terreno nos dicen lo mismo. La gente teme por su vida. Muchos intentan huir, algunos llegan a Rusia pero es una solución provisional. Estas peronas necesitan ayuda para salir de Chechenia y de Rusia lo antes posible”, asegura Boris Dittrich, director de la defensa de los derechos LGTB en HRW. “La Unión Europea debería concederles asilo inmediatamente.
Por su parte, Novaya Gazeta ha identificado a los responsables de las persecuciones: Magomed Daoudov, presidente del Parlamento checheno, y Aioub Kataev, jefe de la policía de la localidad de Argoun, donde está emplazado uno de los “campos” de internamiento de homosexuales, hasta ahora “utilizado para miembros de grupos de drogadictos”
«La República de Chechenia –escribe Clarisse Martin en la página web de la emisora RTL – forma parte de la Federación de Rusia y está presidida con mano de hierro por Ramzan Kadyrov”, un hombre “a quien ni siquiera el Kremlin controla”, según un artículo publicado en marzo de 2016 en Courrier International.
De 40 años, Ramzan Kadyrov llegó al poder en 2007. De confesión musulmana, sunnita, es hijo de Akhmad Kadyrov, presidente de Chechenia entre 2003 y 2004, fecha de su muerte. «La periodista y opositora rusa Anna Politkovskaya, asesinada en 2006 en Moscú –continua Clarisse Martin- escribió un artículo titulado ‘¿Qué es el síndrome Kadyrov ?’, y la respuesta era que se puede caracterizar por la insolencia y la crueldad disfrazadas de valor y amabilidad. Los ‘kadyrovtsy’ (hombres del presidente), persiguen a hombres y mujeres y les decapitan de la misma forma que a sus enemigos wahabitas”.