Estamos acostumbrados a nuestro alrededor aplicaciones de contención segura para la protección del medio ambiente como son el encapsulado de residuos domésticos, pero no es de dominio común que se consiguen mediante la utilización de geomembranas, unas láminas poliméricas impermeables.
La empresa Atarfil es un fabricante multinacional de geomembranas plásticas de altas prestaciones donde la seguridad es un requisito básico, como son el citado almacenamiento y encapsulado de residuos domésticos, pero también de residuos industriales o mineros, o para aplicaciones de alta responsabilidad como balsas, canalizaciones y tratamiento de agua.
En esta empresa explican que cuando se menciona «contención segura» en materia de residuos, el concepto se refiere a la necesidad de establecer una barrera permanente de máxima estanqueidad para la protección del medio ambiente, duradera en el largo plazo, porque los residuos contaminantes que no son gestionados adecuadamente causan un grave impacto en el medio ambiente y condenan a las generaciones futuras a vivir en un medio contaminado y hostil para la vida humana.
Para ser especialistas en «contención segura» en este sector de actividad es preciso fabricar geomembranas capaces de reducir al mínimo posible el impacto de desechos y residuos potencialmente tóxicos durante décadas, incluso cuando se trate de residuos altamente agresivos.
Entre las aplicaciones que recurren a las geomembranas están las relacionadas con la jardinería como la acuacultura, las balsas de agua, los lagos ornamentales, la protección contra la corrosión, canales y conducciones, depósitos y tanques o drenaje y filtración, sin olvidar una cuestión fundamental para las viviendas asiladas o adosadas, la impermeabilización de cubiertas y tejados.
Pero también las más delicadas como los vasos de vertederos, su sellado, el control de la erosión, pantallas verticales, consolidación de márgenes, el refuerzo de suelos materias en definitiva muy sensibles para el medio ambiente, y especialmente delicadas cuando pueden afectar directamente a zonas urbanas.
Hay que considerar que las aplicaciones de contención segura no admiten soluciones intermedias de calidad, por lo que hay que elegir cuidadosamente las materias primas que van a ser transformadas en geomembranas, que se encuentran entre unos pocos proveedores de la máxima reputación mundial.
En definitiva, coincidimos con Atarfil, se trata de satisfacer necesidades que aumenten la calidad de vida de las personas favoreciendo el uso inteligente de los recursos del planeta, teniendo en cuenta que son escasos, y sin comprometer la calidad de vida de las generaciones venideras.
Esta preocupación por no afectar a las generaciones venideras que se ha convertido en actualidad mundial por las iniciativas de la juventud protestando ante parlamentos nacionales, sedes de gobiernos o foros internacionales, es una máxima que ya se seguía desde hace muchas décadas en las industrias preocupadas por su responsabilidad social.
No hay que olvidar que un residuo es un producto contaminante para el medio ambiente y que su potencial tóxico se mantiene durante décadas y almacenarlo sin un adecuado procedimiento de contención condena a generaciones enteras a sobrevivir en un medio hostil para la vida humana.