Greenpeace y Equo contra la revocación del cierre de Garoña

Greenpeace califica de «política» la decisión del CSN de prolongar la vida útil de Garoña y reforzará su denuncia contra el Ministerio de Industria ante la Audiencia Nacional

Greenpeace pide el cierre de la central nuclear de Garoña

Ante la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), por tres votos a favor y dos en contra, de permitir que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) solicite la ampliación de su permiso de explotación «en parada», Greenpeace incluirá de manera inmediata esta vulneración del proceso reglamentario establecido en el proceso de denuncia que mantiene abierto ante la Audiencia Nacional contra el Ministerio de Industria, hasta conseguir que se declare la nulidad de la Orden del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de 3 de julio de 2012 de revocación del cierre de Garoña.

Este proceso comenzó con la denuncia interpuesta en noviembre de 2012 por la organización ecologista a la que se sumaron las alegaciones al procedimiento en febrero de este año.

Greenpeace considera que la decisión política tomada por el CSN afecta negativamente al rigor y a la profundidad necesarios para hacer las inspecciones, y a la evaluación de las modificaciones tanto del plan de cese de la explotación, como del nuevo proceso inédito abierto, como del plan de acción relativo a las pruebas de resistencia que tienen aprobado y en ejecución. La organización ecologista considera que la solicitud de una compañía privada como Nuclenor, propiedad de Iberdrola y Endesa, en defensa de sus intereses económicos ha prevalecido sobre la protección de la población y el medio ambiente.

«Si el ministro de Industria rectifica sus leyes al dictado de Iberdrola y Endesa, Greenpeace lo va a denunciar en los tribunales», ha declarado Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace. «El CSN ha sido obligado por el Partido Popular para que el Gobierno tenga una coartada: les han obligado a renunciar a la independencia en la defensa de la seguridad nuclear».

El próximo 11 y 12 de junio en Bruselas, durante la segunda conferencia que el Grupo de Reguladores de Seguridad Nuclear Europea (ENSREG) que se celebrará para valorar el seguimiento estas pruebas, la organización ecologista denunciará públicamente la violación del proceso de las pruebas de resistencia de las centrales nucleares y, en particular, los planes de acción nacionales y su aplicación.

«En Bruselas no se va a entender que España vulnere las pruebas de resistencia con Garoña. Desacreditar la seguridad nuclear es negativo para los que sabemos que son peligrosas y para los que creen que no», ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. «Tampoco van a entender que se defiendan los intereses privados por encima del interés público en materia nuclear».

EQUO rechaza la prórroga de Garoña

La formación ecologista Equo lamenta que «finalmente, y tras cuatro sesiones», el Consejo Nacional de Seguridad Nuclear haya optado por aceptar la solicitud de prórroga pedida por Nuclenor relativa a la exploración de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos. La decisión se ha adoptado por tres votos favorables (del PP y CIU) y dos en contra.

Equo, tras conocerse la decisión del CSN que ha decidido dar la prórroga de un año solicitada por Nuclenor para la central de Garoña, ha afirmado que “se trata de una muy mala noticia para la ciudadanía, que no gana nada con esta decisión, que nos aleja de un futuro sin nucleares, más limpio y seguro”.

Para Equo, está claro que estamos ante una maniobra de Endesa e Iberdrola, cuyo objetivo último es poner en marcha de nuevo esta central, que ya debería estar cerrada pues ha superado su vida útil. Garoña fue diseñada para estar en funcionamiento 40 años y ya lleva 42.

En este sentido, la coportavoz federal de EQUO, Juan López de Uralde, ha afirmado que “no nos hace falta Garoña, tenemos electricidad suficiente si ésta central, por tanto, hay que preguntarse a quién beneficia que no cierre, porque desde luego a la ciudadanía no”.

Equo ha recordado que en este momento en España hay demasiada potencia eléctrica instalada. De hecho la pasada Semana Santa Red Eléctrica obligó a reducir en un 20% la potencia de las centrales nucleares debido a dos factores: la alta producción de las energías renovables (fundamentalmente eólica e hidráulica) y la bajada de la demanda eléctrica).

Asimismo, Uralde ha recordado, que “Garoña es una central vieja, lo que aumenta su peligrosidad, y que tiene muchos inconvenientes serios. Para empezar su reactor es gemelo al de Fukushima, pero además es que tiene problemas de agrietamiento, desde los años 80 en diversos componentes de la vasija del reactor. Asimismo, es incapaz de refrigerar correctamente el núcleo del reactor, lo que provoca un enorme sobrecalentamiento de las aguas del río Ebro”.

Equo sostiene que la energía nuclear es demasiado peligrosa e hipoteca el futuro de muchas generaciones ya que genera residuos radiactivos cuya vida pueden ser miles de años, y «es el momento de apostar por un nuevo modelo energético, seguro y limpio, que además genere empleo de calidad y que sea el impulsor de la recuperación económica».

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