PES.- Greenpeace ha hecho pública una alerta al conocer un repunte de la deforestación en la Amazonía que, con un aumento de más del 26% según los datos oficiales, acaba con casi diez años de retroceso de la deforestación y está relacionada con un cambio de tendencia debido a la desprotección de la región tras la reforma del Código Forestal en Brasil.
El pasado jueves, el Gobierno brasileño hizo públicas las estimaciones de deforestación del periodo agosto 2012-febrero 2013. Los nuevos datos (1) muestran un aumento del 26,82% en la deforestación en comparación con el mismo período del año pasado. En números absolutos, han desaparecido 1.695 km2 de bosque, una superficie equivalente a más de 237.000 campos de fútbol y más grande que la ciudad de São Paulo, señala Greenpeace.
El Estado con el mayor incremento de la deforestación en este periodo fue Maranhão con un 121%, seguido de Tocantins con un 110%. Pero el Estado de Mato Grosso continúa liderando el ranking de la destrucción amazónica, con 734 km2 de bosque talado.
«El Gobierno está comenzando a recoger los frutos de su pacto con la bancada ruralista en el Congreso», ha declarado Kenzo Jucá, de la Campaña Amazónica de Greenpeace. «Esta colaboración culminó el año pasado con la reforma del nuevo Código Forestal, lo que supuso una reducción drástica de la protección de la Amazonía, desprotección que ahora muestra su verdadera cara con la tendencia al aumento de la deforestación».
Greenpeace defiende que ahora es el momento de unirse a la sociedad civil para revertir esta situación y exigir una política del Gobierno no solo para evitar el retorno de la deforestación, sino para erradicarla.
«El sector productor y exportador de soja y los mayores productores de carne del país han entendido la necesidad de establecer una política de deforestación cero, porque saben que los consumidores no quieren seguir comprando productos asociados con la deforestación», ha añadido Jucá. «Ahora es el momento de movilizar a la sociedad civil para adoptar una política de deforestación cero en Brasil y, por lo tanto, invertir la actual agenda retrógrada de política ambiental que está teniendo el Congreso».
Junto con otras organizaciones, Greenpeace ha lanzado una iniciativa legislativa popular para que debata en el Congreso un proyecto de ley de Deforestación Cero. El proyecto necesita al menos 1,4 millones de firmas de electores brasileños, de las que ya se han recogido 700 mil.
(1) Datos procedentes del Sistema DETER (Detección de Deforestación en Tiempo Real)