Greenpeace se moviliza este fin de semana en quince ciudades de toda España para unirse a la primera gran manifestación mundial del año para salvar el clima.
Bajo el lema “Despierta para salvar el clima. Exige renovables ya”, cientos de personas saldrán a las calles para animar a la sociedad a reclamar un futuro sostenible a los responsables políticos en un año clave en la lucha contra el cambio climático.
El principal evento ha tenido ya lugar en Madrid, donde la nueva Alianza por el Clima formada por más de 400 organizaciones sociales (incluida Greenpeace) ha participado en una “siesta colectiva” este medio día en el Parque del Retiro. Algunos manifestantes han asistido ataviados con pijama y han lanzado almohadas al aire con mensajes como “No hay planeta B” o “Paremos el lobby de las eléctricas”.
«El cambio a un futuro renovable, alejado de los combustibles fósiles es posible y ya está sucediendo. Este es sólo el primer fin de semana de acción global en el que miles de ciudadanos saldrán a la calle en el mundo entero para pedir el abandono del carbón, el petróleo y el gas y exigir un futuro basado al 100% en energías renovables para todos», ha declarado José Luis García Ortega, coordinador de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace.
Más de mil ciudades en más de 30 países, desde Argentina hasta Noruega, desde Alemania hasta Colombia, reivindican este fin de semana una transición justa que abandone energías como el petróleo o el carbón, principales causantes del cambio climático, en favor de un sistema exclusivamente renovable.
La movilización de este fin de semana es la primera de tres manifestaciones previstas este año a nivel mundial para pedir a los responsables políticos que tomen medidas concretas para frenar el cambio climático en la cumbre de París el próximo diciembre. Ahí los países esperan firmar un nuevo acuerdo climático internacional en París que dé continuidad al protocolo de Kioto y que asegure que las emisiones se reducen a cero para que no llegue a subir 2ºC la temperatura media mundial. Greenpeace recuerda que para ello resulta esencial llevar a cabo una transición justa hacia un modelo 100% renovable para el año 2050.