Greenpeace pide ejemplaridad en derechos humanos a Pedro Sánchez

Activistas de Greenpeace han colgado este 10 de diciembre de 2018, Día Internacional de los Derechos Humanos y el 70 aniversario de su Declaración Universal, un meme gigante en el arco de Moncloa, en Madrid, para pedir al presidente de España, Pedro Sánchez, ejemplaridad en el respeto a los derechos humanos y el fin de la venta de armas para matar civiles.

La acción la han llevado a cabo escaladoras de Greenpeace, que han colgado un gran meme de 240 metros cuadrados en el arco de Moncloa en Madrid (conocido durante el franquismo como arco de la Victoria, un lugar muy cercano a la sede del Gobierno) con la intención de mandar al presidente un mensaje: “Pedro, no te pases los derechos humanos por el arco del triunfo” y “No más armas para matar civiles”, relacionando la conocida expresión con la asignatura pendiente del Gobierno respecto los Derechos Humanos y su inacción en el cese de la exportación de armas que pueden ser usadas para vulnerar el derecho internacional.

En opinión de Greenpeace resulta especialmente preocupante el caso de la venta de armas a los países de la coalición saudí que participan en el conflicto de Yemen, en el que han perdido la vida miles de civiles. En este sentido, la organización pacifista pide al Ejecutivo que ponga fin a los envíos de armamento a Arabia Saudí y asuma sus obligaciones derivadas de la normativa en materia de comercio de armas.

Hoy más que nunca, Greenpeace exige firmeza y determinación al presidente ante la proliferación de los abusos contra los derechos humanos que se extiende por numerosos países del mundo: “En un día como hoy el Gobierno debe dar ejemplo de sus compromiso con los derechos humanos”, ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace España.

“No todo vale, para avanzar en calidad democrática hay que demostrar firmeza y determinación en el respeto a los derechos humanos”, ha añadido Rodríguez. La organización considera que el Gobierno de España tiene que comprometerse sin fisuras con el cumplimiento de los derechos humanos y le exige contundencia ante el panorama político nacional e internacional, plagado de discursos de miedo y odio que son una seria amenaza para los derechos y las libertades.

Respecto al comercio de armas, Greenpeace recuerda que son varios los países que han adoptado medidas restrictivas en relación a Arabia Saudí por su participación en la guerra de Yemen y en señal de repulsa por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. En lugar de vender armas a la coalición saudí, el Gobierno español debe sumarse a este creciente número de países, como Alemania, Países Bajos, Bélgica, Suiza, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Austria o Canadá

Añade Greenpeace que la exportación de armamento a Arabia Saudí es ilegal porque infringe la reglas establecidas en el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), en la Ley 53/2007 sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso y en la Posición Común 944/2008/PESC, según las cuales están prohibida la exportación de armas cuando estas puedan utilizarse en situaciones de violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.

En agosto, un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU señalaba que en Yemen se han cometido con impunidad violaciones graves del derecho internacional y documentaba más de 6000 personas muertas y más de 10 000 heridas en el conflicto, aunque es probable que la cifra real sea mucho mayor. La coalición encabezada por Arabia Saudí ha causado la mayoría de las víctimas civiles en bombardeos ya que han atacado zonas residenciales, mercados, funerales, bodas, centros de detención, vehículos y barcos civiles e incluso instalaciones médicas. El informe de la ONU es muy claro y recomienda “abstenerse de suministrar armas que podrían ser utilizadas en el conflicto de Yemen”.

“El Gobierno de Pedro Sánchez tiene la obligación legal y moral de denegar las solicitudes de autorización de venta de armas a Arabia Saudí y revocar las licencias ya autorizadas mientras subsista un riesgo sustancial de que las armas se puedan usar para cometer o facilitar violaciones graves de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario en Yemen, como ya confirma la ONU que está sucediendo”, ha declarado Sara del Río, responsable del programa de Paz de Greenpeace.

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